La violenta tarde de este sábado en el área metropolitana de Barranquilla cerró con alteraciones del orden público en el barrio Santa María, producto de un hecho sicarial contra un hombre que, según la Policía Metropolitana, trabajaba como supervisor de seguridad en una empresa.
De acuerdo con los datos recopilados por las autoridades en las primeras pesquisas, se pudo establecer que, alrededor de las 9:00 de la noche del sábado, Pedro José Bolaños Monroy se encontraba en la carrera 4 sur con calle 69, en el vecindario antes mencionado, atendiendo un puesto de juegos de su propiedad.
Hasta ese lugar, dos sicarios llegaron en una motocicleta marca Bóxer para asesinar a disparos al hombre de 33 años, quien terminó por recibir dos impactos de bala en el tórax, que fueron fulminantes; pues, aunque allegados y habitantes del sector intentaron socorrerlo afanosamente, la víctima llegó sin signos vitales al Paso Santa María.
El hecho sicarial causó tal molestia en la comunidad que, sin entrar en argumentos y razones, se fue contra los presuntos sicarios para tomar justicia por cuenta propia o, por lo menos, lograr detenerlos mientras llegaba la Policía. Así fue que, pese a que intentaron huir en la motocicleta en la que habían llegado, los hombres señalados del crímen no contaban con que esta presentaría fallas mecánicas justo en ese momento. Los presuntos delincuentes terminaron por ser detenidos por habitantes del sector, quienes enfurecidos quemaron el vehículo.
Uno de los supuestos sicarios se las apañó para escapar en medio del altercado, mientras que el otro era agredido por parte de la turba. Este hombre fue identificado por la Policía como Luis Fernando Oliveros Echeverria, de 34 años, contra quien figuran dos anotaciones judiciales por homicidio y porte ilegal de armas de fuego. Por el momento, la Policía no ha confirmado la captura del hombre al que señalaron como autor del crimen.
Cabe destacar que en la tarde del sábado se presentaron otros dos homicidios en el área metropolitana. El primero ocurrió a las 2:40 de la tarde en la calle 69B con carrera 32, barrio Olaya de Barranquilla. Allí fue dado de baja un hombre que no ha sido identificado por las autoridades, pero de quien aseguran que había cometido un hurto en un lavadero de carros. El supuesto ladrón no contaba con que en el establecimiento comercial se encontraba un intendente de la Policía -de quien se conoció que era instructor de tiro-, que reaccionó con su arma de fuego personal. El supuesto ladrón recibió tres impactos de bala.
Horas más tarde, a eso de las 5:00 p. m., se conoció de un crimen ocurrido en la cancha del barrio Los Cedros, de Soledad, en el que resultó sin vida un hombre. Ya en la mañana del sábado se había registrado otro homicidio en el municipio, específicamente en la calle 50 con carrera 18A, entre los barrios Los Fundadores y Villa Zambrano, donde Heiner Roberto Puente Mejía, de 34 años, fue interceptado por otro hombre que le propinó dos disparos mortales en el tórax.