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Tras al menos cinco días de luchar por su vida en el Hospital General de Barranquilla, José Jacob Ortiz Cerpa dio su último aliento este jueves. Dos cirugías y el cuidado de médicos y familiares en la unidad de cuidados intensivos no fueron suficientes para evitar que la herida de puñal que había recibido en el pecho terminara por partir su corazón.

Según contaron este viernes sus familiares, el paro cardiaco que sufrió no solo causó la muerte del joven de 23 años, sino que también dejó abierta la pregunta que en la mayoría de hechos criminales se busca responder: ¿por qué lo mataron?

Elkin Pérez contó a EL HERALDO que su hermano menor, José Jacob, se encontraba el pasado sábado 29 de agosto en el barrio San Roque, cerca al hospital, cuando fue atacado por Jean Carlos Palacios Caro, también de 23 años, a las 7:30 de la mañana.

'Él se encontraba en la zona donde trabajaba. Se dedicaba al comercio de todo lo que tiene que ver con el tema de maderas y se movía constantemente en el barrio San Roque. Al día de hoy, los hechos no están claros, porque hay versiones e hipótesis que dicen que al parecer fue por robarlo, mientras que el muchacho que lo hirió de muerte aducía otra cosa', indicó Pérez.

Dijo que Palacios Caro había intentado excusar su agresión en los celos de que su compañera sentimental estuviese saliendo con José Jacob, 'pero todavía no está claro ese tema', dijo Elkin Pérez, explicando que este es un 'argumento que se pierde' porque la mujer 'no aparece por ningún lado, no existe'.

En su momento, la Policía Metropolitana de Barranquilla registró la agresión como producto de una riña, y logró la captura en flagrancia de Palacios Caro, quien aún tenía en su poder el cuchillo, según recordó Elkin Pérez. Sin embargo, dijo el preocupado hermano, 'no hubo testigos' de las condiciones en las que se produjo la supuesta riña.

Lo cierto es que hoy la familia de José Jacobo Ortiz Cerpa pode a las autoridades que les ayuden a esclarecer lo ocurrido y a ejercer las labores judiciales correspondientes para que la agresión, que ascendió a homicidio, no quede en impunidad.