#YoSoyBrendaPájaro. Esa ha sido la etiqueta con la que en las últimas semanas colectivos feministas, organizaciones y sociedad civil buscan mantener a flote el caso de la mujer de 44 años que el 25 de julio de 2018 fue reportada como desaparecida y que 33 días después fue hallada muerta en un sector enmontado del barrio Miramar, con signos de haber sido abusada sexualmente.
El caso tomó relevancia la semana pasada cuando el Juez 17 Penal Municipal con función de Control de Garantías de Barranquilla concedió la libertad, al levantar la medida se aseguramiento, que mantenía en prisión a Tomás Maldonado Cera, alias el Satánico, quien es acusado por el delito de feminicidio en concurso con acceso carnal violento agravado y hurto.
La Fiscalía lo señaló como el principal sospechoso del homicidio de Brenda, luego de quedar registrado en cámaras de seguridad de un conjunto residencial de Miramar.
La etiqueta que se comenzó a utilizar con fuerza el pasado 22 de julio y con corte hasta ayer había sido utilizado en 406 trinos en la red social Twitter, siendo los días 26 y 27 cuando más fue ‘trinado’. Según las estadísticas de la red, la etiqueta ha tenido 907.253 'impactos potenciales' y el alcance se prevé que ha llegado a 636.100 cuentas.
Los impulsadores
Sin duda, es la hija de Brenda Pájaro, Gisella Durán, quien más se ha activado en las diferentes plataformas para buscar justicia y no dejar que el caso de su progenitora quede en la impunidad.
La joven de 27 años, en compañía de varias amigas, postea a diario mensajes e información relacionada con el caso.
El Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, como representante de víctimas dentro del proceso que se sigue por el feminicidio de Pájaro Bruno, también ha sido una de las organizaciones que ha estado moviendo el caso en las redes sociales, y fue las primeras que sentó posición ante la decisión del juez, al señalar que la medida 'visibiliza, una vez más, la falta de garantías que tienen las víctimas de feminicidio en el Sistema Penal colombiano'.
'El Juez no tuvo en cuenta los requisitos que exige la Ley para tomar la decisión, desconociendo, entre otras cosas, que alias el 'Satánico' ha sido investigado en por lo menos 9 ocasiones por hechos donde las víctimas lo identifican por ser la última persona con las que estuvieron sus familiares antes de desaparecer, lo que demandaba un mayor esfuerzo por parte del Juez al momento de revisar los requisitos que exige la Ley para levantar la medida de aseguramiento', señaló la organización en un comunicado.
Por su parte, Dayana De la Rosa Carbonell, investigadora del grupo Mujer, Género y Cultura de la Universidad del Atlántico, suscribió un comunicado del Movimiento Amplio de Mujeres en el Atlántico que fue difundido por redes sociales donde destacan 'el trato diferente' que reciben los casos de violencia y crueldad contra las mujeres y los cuerpos feminizados que 'develan las barreras y zancadillas en el acceso a la justicia para las mujeres, sus familias, comunidades y sociedad en general'.
Una opinión
Pero De la Rosa tiene una opinión más personal. Para ella Colombia al ser un Estado que garantiza los derechos del victimario 'se olvida a veces en la perspectiva y olvida los derechos de la víctima'.
'Creo que hace falta como una conciencia por parte de los administradores de justicia para poder aplicar la norma como se debe. Nos da la sensación de que cuando son feminicidios, el sistema judicial es lento y eso da la sensación de que no hay aplicación de la justicia. Esto es una mala señal que se le envía a la sociedad', expresó De la Rosa.
Según el Observatorio de Feminicidios Colombia, en lo que va corrido del año 241 mujeres han sido víctimas de feminicidio en nuestro país, y durante el periodo de cuarentena por la COVID– 19, se conocen 169 casos de este crimen de odio. La violencia patriarcal contra las mujeres no puede seguir siendo tratado como un tema menor dentro del Sistema Penal colombiano
Para ayer estaba programada la continuación del juicio oral virtual contra Maldonado, pero fue aplazada para el 6 de agosto debido a que sus abogados no se conectaron a la diligencia que se daría de forma virtual.