Así como hoy, el 25 de julio de 2018 decenas de personas se estaban contagiando, pero no de un virus, sino de un sentimiento, un mover, un síndrome que las autoridades en el Atlántico llamaron 'el síndrome de Brenda Pájaro'.
Según explicó el abogado Deivis Flórez Cantillo, quien representa a la familia de Brenda en el proceso judicial por su asesinato, el fenómeno social que desde ese día se empezó a extender por Barranquilla y el Atlántico hizo que la Policía y la Fiscalía 'se movilizaran con más fuerza' en la búsqueda de Brenda y, posteriormente, la captura del presunto responsable.
Gisela Durán Pájaro, hija de Brenda, y Miriam Bruno, su madre, habían alertado a las autoridades la desaparición de la mujer de 44 años. Ella había dejado a su hija menor en el Centro de estimulación, rehabilitación y aprendizaje ‘Sonrisa de esperanza’, en el barrio Ciudad Jardín y, aunque debía regresar a casa una hora más tarde por la distancia, nunca lo hizo. Entonces, el mismo desespero que Gisela y Miriam sentían se empezó a contagiar.
'En ese entonces, la ciudadanía se volcó a exigir verdad y búsqueda de Brenda Pájaro, por el feminicidio del que tenían sospecha en su momento. Habían ocurrido otros feminicidios recientemente en el departamento y ello motivó a que se movilizaran las autoridades con mayor fuerza', dijo el abogado Flórez.
Como resultado, el Grupo de Búsqueda de Personas Desaparecidas de la Fiscalía emitió una circular de búsqueda y se movilizó gran parte de la Policía del distrito, así como decenas de ciudadanos, a la búsqueda de la mujer desaparecida.
33 días más tarde, un cadáver fue hallado en un sector enmontado de Miramar y, posteriormente, se confirmó que se trataba de Brenda Pájaro Bruno. Había sido brutalmente asesinada.
Las investigaciones no cesaron y se determinó que la mujer había fallecido por un golpe en la parte trasera de la cabeza, que la habían accedido carnalmente e incluso le habían cortado un dedo, entre otras agresiones.
El 11 de febrero de 2019 capturaron a Tomás Maldonado Cera, en un allanamiento a su residencia en el barrio Bellarena. La Fiscalía lo señaló como el principal sospechoso del homicidio de Brenda, luego de quedar registrado en cámaras de seguridad de un conjunto residencial de Miramar. En las imágenes se le observa ingresar a una zona enmontada con Brenda Pájaro el mismo día de su desaparición, y salir solo horas más tarde.
Posteriormente, se conoció que el mismo hombre era investigado por al menos seis homicidios más y que, aunque se le había resbalado de las manos a la Justicia, lo tenían identificado bajo el alias de El Satánico.
Ante un juez, la Fiscalía le imputó cargos por feminicidio, acceso carnal violento y otros delitos que lo llevaron a la Cárcel Modelo de Barranquilla.
No alcanzó a salir
El pasado miércoles, 'contra todos los pronósticos', según explicó el abogado Deivis Flórez, un juez decidió levantar la medida de aseguramiento y le concedió a Maldonado la libertad que su defensa había solicitado en otras ocho ocasiones.
Sin embargo, en la tarde de este viernes, cuando Maldonado Cera estaba cerca de 'disfrutar' de la libertad que tanto había buscado, las autoridades impidieron que alias el Satánico diera un paso afuera de la Cárcel Modelo de Barranquilla.
La Fiscalía 11 Especializada Unidad de Vida y el Gaula de la Policía Metropolitana de Barranquilla le notificaron al principal sospechoso del homicidio de Brenda Pájaro que era recapturado, pero esta vez por otro de los crímenes que se le endilgan: la desaparición forzada de Yadira Martínez Gutiérrez, el 10 de octubre de 2002 en Barranquilla.
Ello alivia un poco la preocupación del representante de la familia de Brenda, pues, antes de conocerse la recaptura, aseguró en un conversatorio conmemorativo por la desaparición que 'la libertad de Maldonado Cera podría hacer que se prolongue un poco más el proceso'.
'Ha sido duro no estar con ella'
Para Gisela, la hija de Brenda de 27 años, fue doloroso saber que el sospechoso por la muerte de su madre enfrentaría el proceso en libertad. Se sentía en peligro. Sin embargo, dijo que seguiría 'luchando'.
'Y ahora más para que se haga justicia, para que no quede la muerte de mi mamá en la impunidad y esta persona pague todo el daño que nos ha hecho', determinó Gisela.
Así mismo, la joven aseguró que recibía el aniversario de la desaparición de su madre con dolor, pues aún extraña el apoyo que ella le representaba como cabeza del hogar que habían construido.
'Es bastante duro no estar con ella. Estos dos años han sido muy dolorosos (...) Mi hermana de 16 años, que tiene parálisis cerebral, la extraña siempre, dice que quiere estar con su mamá que está en el cielo, que Dios la llamó. Es doloroso escucharla cada vez', expresó.
La voz de Gisela hace eco en los más de 240 homicidios de mujeres que se han registrado en Colombia entre enero y junio de 2020, y también en las víctimas del Atlántico, que ocupa el cuarto lugar en el país con mayor número de feminicidios registrados.
Se acerca el juicio
Hoy, el proceso contra Maldonado por la muerte de Brenda se encuentra en etapa de juicio, el cual está programado para continuar el próximo 31 de julio.
'Se ha avanzado mucho quizá gracias a la presión que han estado ejerciendo las organizaciones defensoras de los derechos humanos y las mujeres en general, por evitar la impunidad. Estamos tratando de que el nombre de Brenda se convierta en un símbolo de la lucha contra la impunidad', apuntó el abogado de la familia.
Así mismo, el jurista dijo que esperan ver el terminado este duro proceso judicial a finales de este mismo año.
'La defensa de Maldonado ha recurrido a muchas maniobras para dilatar el proceso (…) Sin embargo, eso se ha ido superando. En estos momentos estamos en la etapa de juicio, ya vamos a entrar a presentar las pruebas seleccionadas por la defensa y esperamos que a final de este año se pueda determinar una decisión definitiva por parte del juzgado de conocimiento frente a la responsabilidad del indiciado', expresó el abogado Flórez.