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Por primera vez en la historia reciente, en Barranquilla y su área metropolitana no hubo fiesta un 16 de julio. La celebración del día de la Virgen del Carmen este año fue singular debido a la pandemia de la COVID-19. Hubo toque de queda y ley seca que cambiaron la tradición, sin embargo, 203 personas fueron multadas.

Según la Policía Metropolitana de Barranquilla, el balance de la jornada fue positivo. La Patrulla Covid y las diferentes patrullas del cuadrante estuvieron atentas a que no se realizaran aglomeraciones en templos religiosos y que tampoco los potentes picós fueran encendidos este año.

Según el coronel Manuel Rojas, subcomandante de la Mebar, durante el día se impusieron 203 comparendos a igual número de personas que no respetaron el toque de queda o la ley seca decretada por las alcaldías.

Igualmente, a la URI de la Fiscalía fueron trasladadas dos personas a quienes les hallaron armas de fuego. Los policías también incautaron 57 armas blancas e inmovilizaron un carro.

En comparación con otros años, este 16 de julio estuvo tranquilo, pues en otras ocasiones son muchas las celebraciones que deben ser intervenidas por las autoridades, por ejemplo la ocurrida en Carlos Meisel en el 2019 cuando el Esmad tuvo que apagar un picó donde un presunto narcotraficante y extorsionista apodado el ‘Corroncho’ hizo una fiesta en la que, incluso, lanzó billetes al aire.

Ese día varios jóvenes resultaron lesionados en un enfrentamiento entre pandillas y la Policía logró conducir a otros más a la UCJ.