Una nueva modalidad de secuestro han identificado las autoridades durante los últimos meses en la Costa Caribe. El hecho delictivo va dirigido a empresarios que promocionan su negocio por redes sociales, especialmente por Instagram.
Este tipo de delito ha tenido un incremento en medio de la actual emergencia sanitaria y está atacando a los comerciantes que se las han ideado para hacer llegar sus productos y servicios a un mayor público.
Es así como los delincuentes 'realizan un rastreo minucioso' por las redes sociales con la intención de identificar a los empresarios, que en su mayoría se encargan de realizar trabajos relacionados con remodelaciones y diseños de interiores.
'Los delincuentes saben que estos empresarios realizan trabajos considerados por muchos de lujo, y al que pocas personas tienen acceso a pagar, ya que se relacionan con la instalación de marmolería, gabinetes de cocinas, o elaboración de muebles a medidas', explicó una fuente de la Sijín encargada de realizar la investigación de este tipo de casos.
Lo anterior da pie para que los delincuentes se hagan pasar por clientes y citen a los comerciantes hacia zonas apartadas de las ciudades, como zona norte de Cartagena y Puerto Colombia; una vez la persona se traslada en su vehículo y entra al perímetro es contactada por teléfono y le dicen que se detenga que está secuestrada.
'Estas personas, una vez interceptan el vehículo, le dicen al comerciante que ha entrado a una zona roja militar del ELN. Le exigen una fuerte suma de dinero. Hasta no entregarlo no podrá mover el carro', señaló la fuente.
Varios casos. La abogada Sara Ibáñez Díaz, especialista en Derecho Informático y Nuevas Tecnologías, manifestó que ha conocido de casos puntuales en los que la modalidad 'es cambiante', pero tiene su origen en las redes sociales.
'Los delincuentes rastrean incluso los comentarios de los clientes, las fotos de los trabajos y cuando contactan a la víctima le dicen que es recomendada por alguien a quién ya le trabajó, y el comerciante confiado se moviliza a realizar la labor', explica la abogada.
La especialista dice que conoce de un caso en el que a la persona que fue interceptada le pidieron el número de teléfono de un familiar y le mandaron a apagar el celular.
Ibáñez ofreció una serie de recomendaciones para que las personas estén alerta a este tipo de delitos. Lo primero es verificar quién es el cliente, pedir nombre completo, dirección exacta, además de pedir un anticipo por la realización del trabajo.
'La mayoría de personas que recurren a este tipo de trabajos tienen una buena capacidad adquisitiva, por lo que dar un anticipo no correspondería a un inconveniente, pero si ven que la persona se rehúsa es mejor no aceptar el trabajo', sugirió la especialista.