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Luego de que la organización defensora de derechos de la comunidad LGBT Caribe Afirmativo y el abogado de Daniel José Osorno Márquez aseguraran que ‘Pupileto’ estaba siendo víctima de actos de violencia y acoso por su orientación sexual; el Inpec aseguró a EL HERALDO que el hoy fallecido recluso no había presentado ninguna denuncia o queja durante su estancia en la Penitenciaría el Bosque, de Barranquilla.

'Mientras estuvo con vida, el recluso nunca presentó denuncias ante ninguna autoridad penitenciaria sobre algún tipo de abuso sufrido durante su estancia en reclusión', explicó un vocero del Inpec a este medio, indicando que, además, Osorno Márquez había permanecido aislado durante el último mes, luego de que se intentara fugar por segunda vez.

Cabe recordar que el pasado 20 de mayo, alias Pupileto había sido recapturado luego de que se fugara del penal aprovechándose de una garita en reparación. En esa ocasión, la información de sus familiares fue clave para que funcionarios del grupo de domiciliarias del Inpec dieran con el paradero del recluso y lo regresaran a la cárcel para seguir cumpliendo con la condena por hurto calificado y agravado.

Apenas cinco días después de ese episodio, tal y como lo registró EL HERALDO, Osorno Márquez se intentó fugar una vez más subiéndose al techo de la cárcel, pero la alerta de los guardianes y las acusaciones de los demás reclusos impidieron que se concretara la fuga y, por el contrario, él mismo regresó a la celda. Desde entonces, según el Inpec, a ‘Pupileto’ se le impusieron unas 'condiciones de seguridad especiales'.

'Una vez se logra su recaptura, él se encontraba totalmente aislado de la demás población carcelaria y tenía unas condiciones de seguridad especiales porque se había fugado y días después había intentado fugarse nuevamente. Incluso se había decidido trasladarlo a La Tramacúa (la cárcel de máxima seguridad de Valledupar), pero se estaba esperando que pasara la pandemia', indicó el vocero del Inpec.

Así mismo, explicó que a Osorno Márquez le habían notificado que era positivo por COVID-19 el domingo luego de que le tomaran la prueba el 3 de junio, pero no lo habían puesto en la capilla —lugar designado para el asilamiento de los reclusos con coronavirus— 'porque seguramente se hubiera intentado volar otra vez'; sino que permanecía aislado en una celda contigua a la capilla de la cárcel, la cual tenía un baño en el que fue encontrado sin vida en la tarde de este lunes.

Sin embargo, el abogado de Osorno Márquez, Hernán Varón, dijo a este medio que 'Daniel no llegó a denunciar formalmente estos tratos crueles e inhumanos. Hoy se encontró su cuerpo en la capilla de la Penitenciaría El Bosque, el cual según otros internos, posee signos de estrangulamiento'.