Compartir:

Uniformes, insignias, propaganda y hasta documentos de identificación de las Fuerzas Armadas de Venezuela estarían entre los elementos hallados por la Policía colombiana en un allanamiento que se realizó esta semana a una vivienda en Riohacha, La Guajira, en la que además había ocho camarotes, mapas políticos de Venezuela, elementos de aseo, artículos personales y algunos enseres de cocina.

EL HERALDO conoció de una fuente de alto rango de la Policía en la costa que dichos elementos estarían relacionados con el entramado de informaciones y supuestos que han surgido desde que el pasado 23 de marzo la Policía incautó un armamento en las vías del Magdalena, el cual, supuestamente, pertenecería al exmilitar venezolano Cliver Alcalá como parte de una 'operación' contra el presidente Nicolás Maduro, según él mismo aseguró.

Todo habría sido descubierto en 'un procedimiento que exige mucha reserva por ser un asunto de seguridad nacional', según indicó la fuente de entera credibilidad y cuya identidad nos reservamos. 

Tras la incautación, mientras Alcalá consideraba su entrega a las autoridades estadounidenses y entretanto se realizaban las audiencias preliminares por el caso; miembros de la Sijin de la Policía llegaron hasta una vivienda en el barrio San Francisco, de Riohacha, guiados por la información que brindó en interrogatorio Jorge Alberto Molinares Duque, el hombre de 60 años capturado hace cinco días cuando trasladaba el armamento de Barranquilla a Santa Marta en una camioneta Renault Duster de servicio especial.

Molinares Duque –quien fue llevado a audiencias preliminares y enviado a la cárcel de manera preventiva por el delito de porte ilegal de armas– dijo a la Policía que una mujer, a la que identifica como Yasid Álvarez, le entregó el arsenal y le dijo que tenía que llevarlo a Riohacha, a una persona conocida bajo el alias de Pantera.

Aseguró que los 26 fusiles calibre 5,56 milímetros, además de 36 culatines para fusil, 28 visores nocturnos de dos ojos y 9 para un ojo, 8 silenciadores de fusil, 21 unidades de miras para fusil marca Sigsauer y 24 marca Sparg, 4 binoculares nocturnos, 30 miras láser de un punto marca Sigth Mark, 14 designadores de láser marca Steiner y 7 más de la marca Sniper, 2 radios de comunicaciones Motorola, 43 baterías Motorola con sus respectivos click, 15 cascos militares tácticos color tierra de la marca Heds y 3 chalecos antibalas; debía llevarlos a una vivienda del barrio San Francisco, de Riohacha.

Al llegar a la dirección indicada por el detenido, la casa estaba vacía. No había personas y, sin embargo, había información suficiente como para haber querido mantenerlo en secreto. Quienes habían arrendado la vivienda se habían ido, pero sus rastros estaban plasmados en los elementos recopilados por la Policía.

Entonces, los investigadores encargados del procedimiento dialogaron con los dueños de la residencia y estos contaron a las autoridades que las personas que se encontraban allí habían arrendado la casa desde agosto del año pasado, 2019, y que varias veces habían tenido conflictos con los inquilinos porque no les cancelaban a tiempo los meses de alquiler. De hecho, se conoció que por la deuda en el arriendo hicieron una conciliación en la Inspección de Policía de Riohacha.

Por el momento, el exmilitar venezolano Cliver Alcalá –quien residía en Barranquilla– se encuentra en Estados Unidos tras haberse entregado a las autoridades estadounidenses por intermedio del Departamento Nacional de Inteligencia colombiano y la Embajada de Estados Unidos en Colombia.

De otro lado, Jorge Molinares, el mensajero de las armas de quien Alcalá aseguró que no tenía conocimiento de la carga que transportaba de Barranquilla a Riohacha, deberá cumplir un tiempo tras las rejas mientras se decide ante un juez su participación en lo que habría sido, según el mismo Alcalá, un intento de ataque contra Nicolás Maduro.

Además, no se tiene conocimiento del paradero de los hombres que residían en la casa del barrio San Francisco, de Riohacha que fue allanada.