'¡Mijo, no te pongas chancletas, ponte zapatos por si te toca salir corriendo!'. Fue el último consejo que Fanny Pérez le dio a su hijo Luis Carlos Grazziani, quien, pese a las advertencias de su familia, había decidió regresar de donde se había exiliado por dos meses a raíz de un ataque sicarial del que había sido víctima en noviembre de 2019.
En esa ocasión a Luis Carlos lo persiguieron varias cuadras y cuando se lanzó a un arroyo para continuar el camino cuatro balas se alojaron en rostro y cuerpo, pero milagrosamente ninguno perforó órganos vitales y luego de 20 días hospitalizado su madre le dijo que se fuera porque de seguro 'volverían por él'.
'Cuando lo vi en la casa de nuevo le dije que por qué había regresado, que él sabía que estaba caliente, pero él lo que me dijo fue que si él no había matado a nadie por qué tenía que esconderse como un bandido, que los que tenían que tener miedo eran los que le habían hecho el atentado', contó la madre.
Los hechos
Según la mujer, su hijo y varios de sus nietos estaban sentados en la terraza de su vivienda ubicada en la calle 43 con 9B, barrio Manuela Beltrán, en Soledad.
Con la precisión de quien ha sobrevivido a la muerte, Luis Carlos ordenó a los niños entrar a la casa y les cerró la reja, así que solo eran él y su madre quienes se quedaron afuera, cuando a lo lejos ve dos hombres que corren a toda prisa por la calle destapada con dirección hacia él.
No lo pensó dos veces y salió corriendo mientras que uno de los sicarios le disparó, pero ningun tiro hizo blanco. Sin embargo, Luis Carlos no contaba que en la cuadra de arriba había dos pistoleros más que aguardaban a los otros dos en moto y quiénes también estaban armados.
Luis Carlos ingresó a la tienda para coger por otra calle para escaparse, pero como estaba en chancletas se resbaló y los otros dos sicarios le propinaron dos balazos que le impactaron en el pecho y abdomen, y en el traslado hacia la clínica Adelita de Char murió.
'Mi hijo era muy terco, se lo dije, se lo repetí, no vuelvas, pero no me hizo caso', lamentó Fanny.