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'Luego que supe de esa noticia no he podido dormir, estoy totalmente consternada, conmovida por lo que le pasó a esa niña'.

Así describe Julieth González Therán lo que sintió al enterarse del accidente en el que perdió la vida la joven estudiante de último semestre de sicología, Valentina González Medina, quien fue golpeada por la hélice de un lujoso yate en la Isla Cholón, Barú, en Bolívar, que le ocasionó la muerte de manera inmediata.

Julieth, quien tiene en común el primer apellido con Valentina, en diálogo con la emisora Blu Radio, contó que vivió un caso similar en julio pasado en la misma isla, en momentos en que se encontraba acompañada de su novio y varios amigos en un yate.

 'Me bajé a bañar un momento con mi novio, estaba super pendiente con mis hermanos que nada les pasara nada, y en ese momento volteé a la derecha y venía una embarcación de un pescador hacia mí; vi que el tipo ni siquiera estaba mirando al frente sino que estaba mirando hacia otro lado, como embelesado, mirando para otro lado', dijo la joven periodista barranquillera.

.En ese momento, asegura Julieth, le dijo a su novio que se sumergiera para evitar que la lancha lo embistiera e igualmente hizo lo mismo.

'Nos sumergimos, pero uno no se sumerge bien en el agua salada y en ese momento sentí que me cogió las piernas que quedaron hacia arriba cuando me sumergí. Me hizo tres heridas y enseguida comencé a llorar, entré en pánico porque estaba super asustada porque no sabía qué había pasado con mis piernas', recuerda la periodista.

Tras el paso de la lancha, Julieth dice que sacó la cabeza del agua y le gritó al conductor de la lancha, pero este solo le dijo que 'estaba sumergida', pero asegura que ella no estaba sumergida y que lo que hacía era mirar alrededor cuando pasó la lancha.

Dice la joven barranquillera que luego de lo sucedido su novio la llevó hasta el yate donde estaban sus amigos y le pusieron una venda en la pierna 'porque estaba botando mucha sangre' y que el conductor de la lancha se dio a la huida.

'Ni siquiera me auxilió ni me pidió perdón, obviamente yo salí totalmente sana y salva, por así decirlo, porque pudo pasarme lo que le pasó a esa niña, y como estaba llorando y tan mal con esas heridas, entonces decidimos irnos a Cartagena, 45 minutos llorando para ir a la clínica, y como me dijeron los médicos de allá, que la había sacado barata'.

El de Julieth González Therán es el tercer caso que se conoce de accidentes con embarcaciones en Cholón.

La estudiante universitaria Diana Carolina Cepeda Campo, de 23 años, sufrió un accidente en la isla que casi le cuesta la pierna, en hechos registrados el domingo 17 de marzo de 2017. 

La propela o hélice de la lancha Carlotta, que habían alquilado entre 10 personas por valor de $1.500.000 para disfrutar de un paseo, le había destrozado la pierna izquierda a Diana Carolina cuando ella descendía de la motonave.

Fueron tres meses que permaneció internada en el hospital, con clavos de acero que atravesaban su talón izquierdo, muchos medicamentos para el dolor y un pronóstico poco favorecedor.

'Negligentes y poco solidarios'

Tras el accidente que sufrió y los ocurridos a Valentina González y a Diana Carolina Cepeda, la periodista Julieth González, quien trabaja actualmente para Deutsche Welle, cadena alemana en Berlín perteneciente a ESPN, se mostró indignada ante la 'irresponsabilidad y negligencia de las personas encargadas de manejar las embarcaciones en esa isla.

'Me parece que esa gente tiene poca empatía y poca solidaridad con este tipo de accidentes; evidentemente son muy negligentes porque según las reglas de una licencia para navegar en un barco, la prioridad siempre la tiene el bañista y los que hacen deportes acuáticos, es decir, no sé qué tipo de licencia, y hay que investigar bien, están expedidas; qué tipo de licencias son dadas y si de verdad tienen licencia porque, al parecer, en el momento que capturaron a ese señor, no tenía la licencia', cuestionó la periodista barranquillera.

Julieth pidió a las autoridades dar una solución definitiva para que hechos como los ocurridos a ella y a las otras dos jóvenes (hasta ahora conocidos), no se sigan presentando. 'Tomar una decisión y decir no vamos a ir más hasta que las autoridades pongan una solución, pongan unas reglas muy específicas que tengan que cumplir y sé que esto no le va a gustar a la gente nativa que vive del turismo, pero el turismo tiene que reaccionar también porque no se está cuidando la seguridad y la vida del turista que es lo más importante', reflexionó la comunicadora social.