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Con las puertas cerradas y una patrulla de la Policía custodiando la zona, permanecía en la mañana de este miércoles la vivienda marcada con el número 34-75 en la calle 70C, del barrio Olaya, donde se suscitaron, en menos de 48 horas, dos atentados sicariales que dejaron tres hombres muertos y uno más herido.

Las víctimas mortales fueron: Edwin Paul Monrroy Ortega, Jorge Larrarte Molina y Carlos Arturo Cogollo Páez. El cuarto hombre baleado fue Fernando Antonio Rodríguez Sarmiento, que recibió dos disparos de los que se recupera en el Hospital Metropolitano.

A través de fuentes judiciales EL HERALDO conoció que dos de ellos tendrían antecedentes judiciales y que con base a ello hay una hipótesis que contempla un posible ajuste de cuentas.

Además, extaoficialmente se conoció una versión que surgió que da cuenta de una posible relación de estas algunas de estas personas con la clonación de tarjetas de crédito.

Jorge Larrarte Molina, natural de Bogotá, pero residenciado en la carrera 26B2 con calle 79A del barrio El Silencio, presentaba dos anotaciones judiciales. Una de ellas es por el delito de hurto por medio informativo y semejantes, que data del 18 de septiembre del 2015.

También tiene antecedentes por falsedad ideológica en documento público del 3 abril de 2013.

Una fuente judicial reveló que Fernando Rodríguez, el herido, también tendría antecedentes judiciales por el delito de captación ilegal de dinero, pero no fue posible verificarlo.

Carlos Cogollo Páez era oriundo de Montería, Córdoba, y residía en la carrera 43 No. 102- 154 del barrio Miramar, y no tenía pendientes con la justicia.

Sobre Edwin Monroy Ordóñez, la primera víctima, no se obtuvo información al respecto.

Policía Investiga

Sobre estos crímenes se pronunció la Policía Metropolitana de Barranquilla, Mebar, señalando que las víctimas 'tenían antecedentes'.

'De acuerdo a los antecedentes y a la forma como se presentan los hechos la hipótesis que estamos manejando es que obedece a retaliaciones entre delincuentes, posiblemente dedicados al hurto en todas sus modalidades', explicó el general Ricardo Alarcón, comandante de la Policía Mebar.

Por su parte, el coronel Cristian Escobar, subcomandante de la Mebar, dijo que 'estas personas hicieron parte de algunas estructuras dedicadas al hurto en diferentes modalidades', destacando que no existe ninguna duda de que los crímenes guardan relación.

Triple homicidio

El primer hecho de sangre se registró a la 1:30 de la madrugada del lunes.

A esa hora, Edwin Monrroy, al que le decían el Orejas, salía de casa de sus padres, donde había estado de visita, para dirigirse a su hogar en el conjunto Altos de la Colina, en Las Estrellas. En ese momento lo interceptaron dos hombres en motocicleta, uno de los cuales desenfundó un arma de fuego y le asestó un disparo a la altura de la cabeza.

Malherido, Monroy fue trasladado a la Clínica La Asunción, donde falleció a las 11:30 del martes.

Ese mismo día, hacia las 6:30 de la tarde, sus amigos Jorge Larrarte, Carlos Cogollo y Fernando Rodríguez llegaron a casa de los padres de Monrroy, donde lo balearon, para presentar sus condolencias. Allí, los amigos también se encontrarían cara a cara con la muerte.

A Cogollo, un sicario le disparó en repetidas ocasiones asestándole siete balazos por los que llegó sin signos vitales a la Clínica La Asunción. Por su parte, José Larrarte y Fernando Rodríguez fueron trasladados malheridos al Hospital Metropolitano, pues a ellos también les dispararon.

Larrarte llegó con heridas de bala en varias partes del cuerpo y tuvo que ser llevado a la zona de reanimación, en donde falleció.