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El ‘Clan de Los Rojas’, grupo familiar liderado por el fallecido Adán Rojas Ospino y sus hijos Adán, José Gregorio, Camilo y Rigoberto Rojas Mendoza es definido por las autoridades como una organización que ha estado toda su vida en guerra.

Rojas Ospino, conocido como ‘el Viejo’, murió en febrero de este año a causa de problemas renales. Según los registros que se encuentran en las oficinas de la Ley de Justicia y Paz, este emprendió el camino de las armas en 1956 a la edad de 12 años cuando presenció la muerte de su padre en Chapinero, Huila presuntamente a manos de guerrilleros de Pedro Antonio Marín, alias ‘Tirofijo’. A raíz de la muerte de su progenitor, Adán Rojas Ospino integró por 6 años un grupo de 600 hombres en el sur del Tolima que combatían a las guerrillas de esa zona. 

Inicio del Clan

Cansado de ‘combatir’, ‘el Viejo’ siguió los pasos de su madre, que junto a miles de familias del interior del país se trasladaron hasta la Sierra Nevada de Santa Marta en busca de nuevas oportunidades. Allá vivió en relativa paz en el pueblo de Palmor. Según su propio relato trabajaba la tierra junto a sus hijos. Sin embargo, la guerra volvió a tocar su puerta. En los años 70, una cuadrilla de las Farc se tomó el pueblo. Rojas armó junto a sus hijos y sobrinos uno de los grupos de autodefensas más antiguos de la Sierra. Durante años se libraron masacres y cruentos combates por el control de cultivos de coca en la Sierra contra la estructura paramilitar de Hernán Giraldo Serna, alias ‘el Patrón’. 

El ‘Clan de los Rojas’ fue autónomo hasta finales de los 90, cuando se unieron a las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, creadas por los hermanos Fidel, Carlos y Vicente Castaño y dirigidas en el Bloque Norte por Salvatore Mancuso y Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40.

De acuerdo con la investigación de la Fiscalía bajo la ley de Justicia y Paz, durante su militancia en las AUC, ‘Los Rojas’ fortalecieron sus conocimientos en combate, en su supuesta lucha contra la guerrilla asesinaron a decenas de militantes de la Unión Patriótica, sindicalistas de empresas palmicultoras y bananeras en Ciénaga, Fundación y Santa Marta. Tuvieron apoyo de ganaderos, políticos, narcotraficantes y militares del Magdalena. 

Fuerzas especiales

Durante su estancia en las AUC los Rojas hicieron parte del grupo de asesinos de elite escogidos por Vicente Castaño para posicionarse en el Magdalena, específicamente en la Sierra Nevada de Santa Marta.

A finales de 1997 el grupo especial estaba integrado por ‘Los Rojas’ y un grupo de paramilitares traídos del Urabá Antioqueño, que liderados por John Everth Veloza García, alias H.H, tenían como objetivo de posicionar el grupo a punta de asesinatos, extorsiones, expropiaciones de tierras y semovientes a supuestos enemigos de la causa paramilitar.