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El pasado 8 de mayo, a las 2:00 de la mañana en un parqueadero ubicado entre los barrios Me Quejo y El Silencio, el señor Milciades Escalante, sin dudarlo tomó una decisión que sin que él supiera, en ese momento, salvó una vida y el día de ayer llenó de felicidad a la familia Orozco Santiago.

'Ese 8 de mayo, yo cuidaba el parqueadero y a eso de las 2:00 o 3:00 de la mañana vi a una muchacha corriendo y huyendo de cuatro hombres, ellos la estaban persiguiendo para hacerle daño; yo la escondí en el parqueadero y los tipos perdieron el rastro', explicó Escalante acerca de cómo se cruzó en su camino a la joven María Alejandra Orozco Santiago, quien era buscada afanosamente por sus familiares luego de que salió ese miércoles a las 11:30 de la mañana de su casa ubicada en un terreno de invasión vecino del barrio Cuchilla de Villate.

'Yo le di comida y le permitía quedarse en el parqueadero, no la llevaba a mi casa porque allá tengo cuatro hijas y estábamos muy apretados' explicó el hombre y agregó que notó un comportamiento extraño en la mujer de 26 años 'Ella me pidió libros para colorear y le di un celular que me encontré y con este se puso a jugar', dijo.

Fue así como transcurrieron 16 días en los que Susana Santiago, madre de María Alejandra en medio de sus lágrimas pedía ayuda de las autoridades para buscar a su hija.

'Yo he buscado con vecinos, denuncié el caso ante la Fiscalía, y temía porque alguien se aprovechara de su condición para secuestrarla o abusar de ella como ya sucedió una vez', manifestó la mujer en dialogo con EL HERALDO el pasado jueves y explicó que a pesar de los exámenes hechos, aún no se ha determinado que condición cognitiva tiene su hija.

Sobre un presunto secuestro, su madre se refiere a un evento ocurrido en septiembre de 2018 donde un hombre de quien se dice es pastor de iglesia y otras dos personas habrían raptado a María Alejandra; ''En esa época mi hija no aparecía, yo caminaba las calles llorando y preguntándole a los vecinos sobre su paradero; me metí por unos tugurios y la gente decía que la habían visto por un lado, por otro, pero nada que aparecía, hasta que un vecino me llamó y me dijo que él tenía conocimiento de que mi hija estaba en una vivienda donde vivían un pastor y una pareja. Yo llegué hasta allá y me metí a buscarla, pero no la encontré'.

Tiempo después de reencontrarse con su hija luego de esta ausencia, María Alejandra le comentó: 'Mami yo estaba allí y escuché tu voz, yo no pude salir ni gritar ni nada porque me habían puesto un trapo en la boca y me tenían amenazada por un revólver', dijo su hija.