Compartir:

La presión que ejercieron las autoridades y la opinión pública fueron claves para su liberación, aseguró el ganadero Leonardo Antonio Sánchez Rivera, de 49 años, secuestrado la tarde del pasado sábado en su finca, El Guepi, en el municipio de Ponedera, suroriente del Atlántico.

Sánchez Rivera, natural de Yolombó (Antioquia), relató que antes del anochecer del pasado domingo sintió que sus captores lo dejaron solo en la ‘caleta’ donde lo tenían escondido, que no era más que la sombra de un palo frondoso, en un sector enmontado, área rural del municipio de Salamina (Magdalena).

'Desde la tarde sentí que los helicópteros empezaron a sobrevolar y estas personas se pusieron muy nerviosas. Al rato no los escuche más y pensé que me habían dejado solo. Como ellos me habían desatado las manos, me desamarré los pies, me quite la venda de los ojos y empecé a caminar', relató ayer el ganadero paisa en el comando de la Policía del Atlántico, en el barrio Los Almendros, en Soledad.

Luego de liberarse, Sánchez Rivera afirmó que empezó a caminar, y aproximadamente a las 3:00 de la madrugada se encontró con un mototaxista que transporta queso.

El motorizado lo llevó hasta una vía principal, donde el ganadero tomó un camión furgón que también iba cargado con queso. El conductor lo dejó en la Estación de Policía de Salamina, donde se presentó y contó su historia. Los uniformados ya sabían del caso e inmediatamente reportaron la liberación.

Sánchez Rivera precisó que sus captores eran varios hombres, quienes llegaron a su finca y lo sacaron amarrado y vendado. Luego lo montaron en su propia camioneta hasta un sitio desconocido.

Posteriormente lo subieron en un Johnson (lancha) y finalmente lo hicieron caminar toda la noche del sábado y gran parte del domingo por zonas enmontadas.

'Solo me decían que les colaborara, que caminara rápido, no me pidieron plata, pero yo si les pedía mucha agua, yo sentía que eran dos personas, pero no sé porque yo iba muy vendado, no sé a ciencia cierta, ellos no estaban encapuchados, pero a mí sí me cogieron de quieto, me amarraron y me vendaron enseguida, no pude ver nada', manifestó.

El ganadero agregó que no les buscó conversación a los captores porque pensaba que lo llevaban 'para el matadero, y prefería ir callado'.

'Nunca he tenido problemas de extorsión, ni nada de eso, no me pidieron plata, ni nada, me decían que tenía que hablar con el patrón, pero nunca logré hablar con ningún patrón', anotó Sánchez, quien atribuyó su liberación a la acertada decisión de su familia de denunciar el secuestro y a la respuesta efectiva de las autoridades y la ciudadanía, la cual generó presión sobre los captores, quienes no tuvieron más opción que liberarlo. Leonardo Antonio Sánchez Rivera manifestó que no es un gran ganadero, sino que tiene sus animalitos. Desde hace 15 años se dedica a la cría de ganado en su finca de Ponedera, antes era comerciante y vendía mercancía en las calles. Reside con su familia en Malambo.

'Muchas gracias a todos, a la Policía, el Ejército, la Fuerza Aérea, todas las fuerzas armadas, a la gente, mi Dios les pague', manifestó finalmente.