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El traslado del exrector de la Universidad Autónoma del Caribe Ramsés Vargas Lamadrid a la Cárcel Distrital de El Bosque, el pasado 28 de diciembre, habría generado presuntos actos de corrupción dentro del establecimiento de reclusión, lo que llevó al cambio de al menos 10 guardias de seguridad.

EL HERALDO conoció que el cambio de los guardias, trabajadores de la empresa de Seguridad Superior, se presentó en la semana comprendida entre el 21 y 25 de enero pasado, luego de que fueran detectadas algunas anomalías por parte de Vargas Lamadrid, las cuales fueron permitidas por los guardias trasladados.

Entre las anomalías que conoció este medio están las visitas no autorizadas por la Dirección de la cárcel a familiares y amigos del exrector de la universidad en días no permitidos (de lunes a viernes), ya que estas son únicamente los sábados para hombres, y los domingos para mujeres e hijos.

Asimismo, la movilización libre y permanente de un patio a otro de Ramsés Vargas, cuando debía permanecer en el patio 2A que le fue asignado desde su llegada, situación que también fue permitida por los guardias señalados de cometer las presuntas irregularidades al interior de la cárcel.

El ingreso al establecimiento carcelario de elementos no permitidos como comida, celulares y otros objetos a Vargas Lamadrid es otro de los hechos de presunta corrupción que ocasionó el traslado de los guardias de seguridad.

Sin embargo, no solo el exrector de la Universidad Autónoma del Caribe se habría envuelto en los hechos denunciados. También estarían inmersos en la misma situación los exfuncionarios de la Universidad Autónoma del Caribe que se encuentran presos con él: Mariano Romero Ochoa, Pedro Sierra, Jesús Pantoja y Efraín Maldonado Palma.

Todos ellos fueron imputados por la Fiscalía por los delitos de concierto para delinquir agravado con fines de enriquecimiento ilícito, corrupción privada, administración desleal, falsedad en documento privado, omisión de agente retenedor y estafa.