Bajo toque de queda y custodiada por Policía Militar continúa el corregimiento de Santa Cruz (Luruaco) luego de la asonada, por el asesinato de Antonio Abel Ávila Cabrera, que ocasionó la muerte de otras dos personas este martes.
El comandante de la Policía del Atlántico, coronel Henry Orlando Jiménez Alba, reportó además que se adoptarán medidas de seguridad para el funeral de las víctimas: Antonio Abel Ávila Cabrera, el campesino desmembrado; Keiner Pérez Cabrera, uno de los señalados responsables que fue linchado a piedras y machete por una turba enardecida, y Javier Vásquez, quien recibió un balazo en el rostro en medio de la asonada registrada en el corregimiento.
El oficial indicó además que la situación de orden público en la zona transcurre en completa normalidad. Sin embargo, se mantienen los operativos de seguridad por parte de funcionarios del Ejército, la Policía y el Esmad.
El gobernador Eduardo Verano De la Rosa, el mayor general William René Salamanca, director de Seguridad de la Policía Nacional, el alcalde de Luruaco, Antonio Roa, y autoridades policiales del Atlántico, se reunirán hoy nuevamente para analizar lo ocurrido y escuchar a la comunidad.
El comandante de la Policía del Atlántico, destacó además que se adoptarán medidas de seguridad para el funeral de las víctimas: Antonio Abel Ávila Cabrera, el campesino desmembrado; Keiner Pérez Cabrera, uno de los señalados responsables que fue linchado a piedras y machete por una turba enardecida, y Javier Vásquez, quien recibió un balazo en el rostro en medio de la asonada registrada en el corregimiento.
El coronel Henry Orlando Jiménez Alba manifestó que por estos hechos no hay capturados puesto que no existen órdenes para tal fin.
Sin embargo, uno de los señalados por la comunidad como presunto responsable, fue retirado de la población para evitar que fuera agredido.
En 2015 un caso similar también en Luruaco dejó a un adolescente muerto de un tiro en el pecho y a otras dos personas lesionadas, además de daños en las sedes de varias instituciones, entre estas la Alcaldía.
El entonces alcalde (e) Donaldo Guerrero Argüello decretó por semanas el toque de queda entre las 9 de la noche y las 5 de la mañana en la población a raíz de la asonada.
Nicolás Javier Gutiérrez Ángulo, de 13 años, falleció a causa de una bala perdida en medio de un operativo policial contra dos delincuentes que cometían un hurto.