¿Lío personal o asalto? Es el interrogante que la Policía Metropolitana de Barranquilla debe despejar para conocer el móvil del homicidio de Uwerlando Oliveros Jiménez, taxista ultimado de cuatro balazos en la cabeza a las 7:50 de la mañana de ayer. Los hechos sucedieron en la carrera 17 con calle 57, entre los barrios Villa Aragón y Villa Katanga, en Soledad.
De la misma forma en la que lo hizo durante dos décadas en el oficio, Oliveros, de 62 años, salió de su vivienda a cumplir con la jornada laboral diurna, puesto que nunca le gustó trabajar de noche para evitar riesgos criminales.
'Me dijo: mija, quedas pendiente de la casa, luego salió. Eran como las 7:45 de la mañana', explicó Karen Oliveros Manotas, de 26 años, una de los tres hijos del occiso.
Uwerlando residía en la carrera 18A No. 56-73, Villa Katanga. De ahí caminó media cuadra y salió a una de las vías destapadas del barrio (carrera 17 con calle 57), la que colinda con Villa Aragón. Allí subió al taxi de matrícula UYS 466, el cual conducía por pago de tarifa diaria.
'Hablamos con un testigo quien aseguró que la víctima le pidió agua para el radiador, pero que antes de volver con el líquido escuchó los balazos. Se asomó y vio a dos tipos huir en una moto', explicó un investigador de la Policía.
La motocicleta a la que se refiere el informante es una Suzuki AX4 de color negro, en la que se movilizaban piloto y pistolero.
Jorge Guerrero, presidente del Sindicato de Conductores de Taxis del Área Metropolitana de Barranquilla, alertó que con el asesinato de Uwerlando Olivero Jiménez ya son cinco los taxistas asesinados en el departamento del Atlántico en lo que va corrido de este año.
'Este es el quinto taxista que nos asesinan, el segundo caso en menos de un mes. Los taxistas están siendo asesinados por la ‘carita’ del radio, por un celular o por el dinero que han conseguido para el sustento de sus hijos', expresó Guerrero.
Además, el líder del gremio solicitó que las autoridades investiguen 'este nuevo hecho de sangre que enluta a los conductores de servicio público'.