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Kevin Andrés Blanco Corredor, Jesús David Narváez Martínez y Manuel Antonio Montenegro Cabarcas fueron presentados en la tarde de ayer ante el juez 16 Penal Municipal, Harold Meza Galván, para que respondieran por su presunta participación en el homicidio de Carmen María Mulford Machado.

La comerciante sabanalarguera, de 60 años, fue asesinada a las 10:30 de la mañana del pasado martes luego de ser asaltada por un grupo de fleteros que la abordaron cuando iba en su vehículo. Los tres hombres fueron detenidos varios minutos después por la Policía cuando se movilizaban en un taxi.

Mulford acababa de sacar 10 millones de pesos de la sede del Banco de Bogotá, ubicado en la avenida Cordialidad con carrera 20. Iba en la camioneta Chevrolet Captiva junto a su conductor y una sobrina cuando pararon en la calle 37 con carrera 20. Allí fue abordada por los criminales y recibió el disparo en la cabeza.

La investigación la lleva a cabo el fiscal segundo especializado adscrito a alertas tempranas, Elkin Chiquillo, quien manifestó en la audiencia de legalización de captura que las autoridades persiguieron a los involucrados hasta la carrera 29 con calle 17, cercano al puente del barrio Rebolo.

El fiscal manifestó que Kevin Corredor, de 25 años, iba conduciendo el taxi mientras que Jesús Narváez, de 38, iba de copiloto. Agregó que Manuel Montenegro, de 48 años, quien sería el responsable de disparar el arma en contra de Mulford, intentó huir a pie, pero también fue detenido.

Ante esta afirmación, tanto Narváez como Montenegro decidieron romper el silencio e intentaron refutar lo dicho por el representante del ente acusador.

El primero, quien además tiene detención domiciliaria, afirmó que no conoce a Montenegro y que lo vino a referenciar cuando estaban ya capturados en la Estación San José. También reconoció que estaba violando su medida de aseguramiento, pero no estaba robando sino que 'estaba cobrando por Villa Selene y cuando venía de vuelta nos paró la Policía'.

Narváez afirmó que cuando los agentes conocieron que tenía domiciliaria lo capturaron sin decirle el motivo.

El fiscal Chiquillo atribuyó estas declaraciones a 'artimañas' usadas por los detenidos para intentar 'evadir la problemática que enfrentan'.

Por otra parte, cuando llegó el momento de Montenegro, quien también tiene detención domiciliaria, este afirmó que lo habían capturado tiempo antes de que incluso ocurriera el homicidio. 'Yo estaba en la casa de una amiga cuando la Policía tumbó la puerta y un agente me dijo que me iba a embalar', dijo el hombre que tiene domiciliaria por porte ilegal de armas de fuego.

El fiscal Chiquillo solo le hizo una pregunta: '¿cómo explica entonces que la sobrina de la víctima lo reconozca a usted como el que disparó el arma?'.

'No sé', respondió Montenegro.

El juez legalizó anoche la captura de los tres individuos. La Fiscalía, por su parte, imputaría cargos por los delitos de homicidio agravado, hurto calificado agravado y porte ilegal de arma de fuego.