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El no pago de una extorsión es la primera hipótesis que investigan los agentes de la Policía Judicial sobre el asesinato de Ramón Albeiro Ramírez Montoya, el comerciante de 37 años, que fue baleado en la gasolinera ‘Zeus’ (de su propiedad) ubicada en la vía a Caracolí, en Malambo, la tarde del viernes.

Aunque el comerciante, natural del municipio El Santuario, en Antioquia, no había interpuesto ninguna denuncia, un investigador judicial le señaló a este medio que, al parecer, desde hace una semana estaba recibiendo llamadas al celular de un hombre que se identificó como comandante de un grupo al margen de la ley que delinque en Soledad y Malambo.

Según la fuente, a Ramírez le estaban pidiendo $100 millones mensuales por no atentar contra su vida, ni contra la de su familia, conformada por su esposa y dos hijos, un varón de 11 años y una niña de 7.

El asesinato del negociante antioqueño quedó grabado en la cámara de seguridad de la oficina principal de la bomba. En las imágenes se ve a Ramírez saliendo del lugar y es abordado por un pistolero quien en fracción de segundos y sin mediar palabra le pega un tiro en la cabeza, le quita el celular y escapa.

El asesino viste una chaqueta negra y lleva un casco de moto que nunca se quita. El homicidio tan solo tardó 7 segundos en la acción y las autoridades presumen que el autor material se llevó el celular porque estaban registrados los números desde los que se estaban realizando las llamadas extorsivas.

Ramón Albeiro Ramírez llevaba más de 20 años viviendo en Barranquilla y hace 15 se había casado con la mujer que hoy es su esposa y con quien tenía dos hijos.

La familia vivía en el barrio Villa Carolina, en el norte de Barranquilla.