A Brayan Eduardo Borré Barreto, alias Tío Guillo y señalado líder de la banda criminal ‘los Rastrojos Costeños’, le fue otorgada la libertad por vencimiento de términos en la tarde de ayer, por parte de un juez penal municipal con funciones de control de garantías.
Tío Guillo, junto a su hermano Juan Manuel Borré Barreto, está vinculado a una extensa investigación por las muertes de conductores de buses y chanceras en Barranquilla y su área metropolitana, en hechos ocurridos durante el año 2013. En aquella época, la capital del Atlántico y sus municipios aledaños vivieron una etapa de terror a manos de este individuo y su grupo armado de delincuentes.
En la diligencia, que comenzó a las 3:20 p.m., el togado del despacho 13 consideró que se habían vencido los 240 días que tenía la justicia para que comenzara el juicio oral en su contra por los delitos de homicidio agravado.
El hombre, oriundo de San Juan de Nepomuceno, Bolívar, permanecía recluido en el Complejo Penitenciario y Carcelario de Jamundí, Valle del Cauca, y estuvo presente en la diligencia a través de conexión virtual.
Inicios en las AUC
Según la investigación que adelantan las autoridades, Tío Guillo comenzó su carrera en 1997, cuando apenas tenía 13 años. Hizo parte del bloque Héroes del Monte de María, bajo el mando del temible alias Cadena.
Desde entonces ha venido trabajando con su hermano Juan Manuel Borré, o alias Javier, en la banda criminal Los Rastrojos.
Fue capturado por primera vez el 24 de julio de 2011 por la Policía de Bolívar. En abril de 2015, la Fiscalía les imputó a ambos hermanos 91 homicidios en el Atlántico y 54 en Bolívar. Entre las víctimas se hallan fiscales, alcaldes, guardianes del Inpec, conductores de buses, y chanceras.
Los hermanos también protagonizaron un recordado episodio ocurrido el 26 de abril de 2011, cuando ‘Tío Guillo’ ayudó a ‘Javier’ a escapar de la custodia del Inpec cuando era trasladado a una audiencia.
En su momento, la Policía manifestó que existían más investigaciones en otras ciudades como Sincelejo, Montería y Tunja. Borré también fue transferido en múltiples ocasiones de cárceles, puesto que las autoridades tenían información que desde su reclusión mantenía el control de las extorsiones en Barranquilla y su área metropolitana.