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Sentados en la terraza de la casa a la que llegaron desde Venezuela hace poco más de un mes en busca de un 'futuro mejor', Jeandier Mendoza, su esposa Lilibeth Fuenmayor y su hijo de un año y siete meses no tuvieron tiempo de reaccionar cuando escucharon los disparos a su lado. 

A las 6:30 de la tarde del miércoles, el futuro diferente que esperaban en esa humilde vivienda del barrio Ciudad Bolívar, en Soledad 2.000, fue marcado por la tragedia: Matías Moisés, el menor de sus dos hijos, fue alcanzado por una bala perdida y murió horas después en un centro asistencial.

 'Se estaban reposando afuera en la terraza para bañarse y cenar, cuando pasaron unos hombres disparando. Entraron corriendo para resguardarse y cogieron al niño, pero adentro se dieron cuenta de que Matías estaba sangrando por la espaldita', cuenta Luz Mar Meléndez, tía del menor. Los padres están impedidos para pronunciar palabra. Mientras esperan que Medicina Legal haga el proceso correspondiente con su hijo, aguardan sentados afuera del edificio. No hablan y sus miradas están perdidas, por eso su familiar responde, es la única que 'medio puede hablar de lo que pasó'. 

Un vecino del sector, que se encontraba haciendo unas refacciones en la parte de afuera de su casa, fue quien auxilió al niño para ser trasladado a un centro asistencial. 'Yo estaba afuera con mi hijo mayor, lo abracé para hacer un escudo y no me di cuenta de más nada. Después vi que la muchacha traía al niño en los brazos gritando: ¡Mi hijo, mi hijo, ayúdenme! Como yo manejo un motocarro, lo llevamos a la clínica Adela de Char en Soledad y de ahí lo trasladaron para la de Barranquilla, donde desafortunadamente murió', explica Efraín Peña.

El papá del menor llegó a Colombia hace tres meses, proveniente de Tía Juana, municipio Simón Bolívar, en el estado Zulia, para trabajar en oficios varios por días; la mamá lo trajo a él y a su hermana de ocho años en marzo para que 'la familia estuviera unida'. 'Ellos vinieron huyendo de toda la miseria que se vive en Venezuela y mire lo que pasó, llegaron a la casa de un hermano de Jeandier, que queda en la calle 45B con carrera 8A, en la que además viven otras cuatro familias. Es muy triste que ahora tengamos que llorar la muerte de un niño inocente. No teníamos noción del peligro que se respira en ese barrio', acota Luz Mar.

 'Hacemos un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y que se haga justicia, porque no es justo que dejen eso así por el hecho de que seamos venezolanos. Nosotros venimos de otro país buscando alejarnos de la situación que se vive allá, buscando mejores posibilidades de sustento, para que nos pasen estas cosas tan terribles', agrega la mujer. 

Según el informe de las autoridades, el hecho se registró cuando unos hombres en motocicletas interceptaron a un grupo de personas que consumían sustancias alucinógenas en un arroyo contiguo a las viviendas y les dispararon en repetidas ocasiones. 'No sé cuántas detonaciones escuché, pero fueron muchas. En el lugar no hay alumbrado público, eso estaba oscuro, lo único que medio alumbra son los focos de las casas, pero no es suficiente. La presencia de la Policía no es destacable y hay mucha inseguridad', añade Peña. 

El cuerpo del menor será entregado a sus familiares, quienes lo sepultarán en Soledad. 'La Alcaldía nos va a colaborar con las honras fúnebres, porque nosotros a duras penas tenemos para sobrevivir, de dónde vamos a sacar para pagar una funeraria', llora Luz Mar. 

*Con información de Johnny Olivares