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Su alias podría ser una apología a su gusto por las aves exóticas, pero también lo sería por su relación con las drogas y en narcomenudeo. En un operativo realizado el lunes, la Policía Metropolitana de Barranquilla desarticuló la banda delincuencial de ‘Leidy Perico’, dedicada al microtráfico en el suroccidente de Barranquilla y Soledad, y en el allanamiento reportó el hallazgo de varias guacamayas y que serían propiedad de Leidy Arenas Botello, de 36 años, presunta líder de la organización. 

Junto a ella fueron capturados Robinson de Jesús Henao Botello, de 41 años; Maiguel Barraza Osorio, 38 años; Edith Pacheco Mendoza, 50; Mauricio de Jesús Henao Pérez, 26; Ibis Rubiela Plaza Restrepo, 34 años; Yoiner Henao; Katerine Conrado; Luis Henao y Brian José Zarza Martínez, de 26 años.

En los operativos además fueron decomisados más de 2 millones 800 mil pesos en efectivo, producto de la venta de alucinógenos; 1.416 gramos de cocaína, 1,2 kilos de marihuana lista para su venta y 2 teléfonos celulares.

En unos audios interceptados por las autoridades, se escuchan varias conversaciones entre ‘Leidy Perico’ y con otras mujeres, de las cuales una se identificó como ‘Johana’. En las llamadas, el nombre de unas aves sale al ruedo nuevamente, esta vez como camuflaje para referirse a la mercancía. 

'La investigación contra esta banda se inició a mediados de 2016, cuando una fuente humana denunció ante la Sijín que estaban padeciendo los flagelos propios de la comercialización de drogas en el barrio Santo Domingo', comentó un investigador a EL HERALDO. 

A pesar de que la investigación contra ‘Leidy Perico’ llevaba un par de años en curso, sobre esta mujer existen noticias criminales de hace tiempo: el 14 de febrero de 2011 le encontraron 223 dosis de coca en su vivienda, en la calle 62 No. 1C-04, barrio Santo Domingo. 

Interceptaciones

'A ella la capturaban, pero siempre, como caía acompañada, lograba que el cómplice se allanara los cargos para dejarla limpia o con menor pena', continuó la fuente policial.

EL HERALDO consiguió la interceptación telefónica en la que ‘Leidy Perico’ le trata de contar a una amiga que por poco no se libra de una captura, conversación acorde con la línea expresada por el investigador. 

Conocida: (inicia llamada y finge otra voz; luego se ríe).
Leidy: ¡Aló! Háblame, que estoy con el corazón en la boca. 
Conocida: Oye Manuela (clave para Leidy), ¿llamaste a Naty?
Leidy: Sí, pero me quedé sin minutos, tengo que recargar. Si supieras lo que me pasó, ahorita te marco desde otro celular. 
Conocida: No. Lo que me vayas a hablar de cosas indebidas, mejor llega aquí. 
Leidy: Bueno, será mañana que vaya por allá, porque te digo, de vainas estoy afuera. Mira, salieron 1.150 (dosis de droga), ¿oíste?
Conocida: Bueno, mañana me dices. 

‘Leidy Perico’ siempre estuvo al mando de la organización, aunque luego de caer el 1 de febrero de 2013 y salir bajo medida de aseguramiento domiciliario, compartió el manejo de la estructura con su hermano Robinson Henao Botello, quien también fue arrestado en días pasados. 

'El éxito de Leidy fue tal, que incluso los jíbaros y consumidores decían en las esquinas que la calidad de su droga era la mejor del mercado, que incluso le había quitado recordación en el barrio a la capturada Otilia Figueroa, de la banda ‘Los Intocables’ (reconocida porque a los 60 años aún era jíbara. La capturaron en 2014)', precisó el investigador. 

Sus operaciones

Este medio también conoció que la Sijín dispuso de cuatro efectivos permanentes para seguir cada paso de ‘Leidy Perico’ a partir de 2016; además, agentes encubiertos se hicieron a sus servicios para conocer de cerca las operaciones de esta traficante. 

'Los parques y colegios eran los puntos predilectos por esta organización para traficar, porque preferían vender al menudeo que movilizar grandes cantidades de drogas', aseguró el investigador. 

Leidy Botello, de la mano de su hermano Robinson, extendieron sus tentáculos por los barrios 7 de Abril, Carrizal y Santo Domingo, pero también llegaron a la guerreada Soledad, en los sectores de La Central, San Vicente y Don Bosco. 

'Hubo un operativo que se frustró porque los investigadores la siguieron (a Leidy) hasta una tienda en la que la vieron entrar, pero no salir. Cuando quisieron entrar para ver si seguía ahí, simplemente ya no estaba, había escapado'. 

En otro audio conseguido por EL HERALDO, Leidy conversa con una mujer conocida como ‘Johana’, a quien usa para enviarle un mensaje a un cliente, pues se conoció que esta banda también procesaba la droga vendida por pequeños traficantes. 

Leidy: Johana, le quité todo lo que trajo esa cosa envuelta (panela de marihuana) y la pesé y todo pesa 830 (gramos) y tiene que pesar cerradito 1.000.
Johana: ¿Será que con eso (envoltura) pesa más?
Leidy: tienen que dársela larga (más peso), ella nunca puede cogerla a ras, así entera, porque imagínate, va perdiendo ella, eso trae un caucho de vejiga, doble cinta, trae un poco de vainas, nada más en envoltura se le va eso. 
Johana: Bueno, cuando venga le digo para que te llame, porque eso sí no sé. 
Leidy: Porque imagínate, casi 170, ahí está perdiendo casi mil cosos de esos.
Johana: ¿Hay 830 nada más? 
Leidy: Ajá.
Johana: Bueno, yo le digo.
Leidy: Avísale, que a eso se le ha mermado bastante. Ella tiene que coger esa vaina y mirarla bien, porque eso tiene mucha envoltura, eso lo pierde ella. 

La estructura

La banda ‘Leidy Perico’ era liderada por Robinson Henao Botello y su hermana Leidy. 'Tenemos una línea de investigación que nos indica que ellos tienen tierras en Mingueo (La Guajira) y Norte de Santander, de donde traían coca para venderla en Barranquilla y Soledad', precisó la fuente.

La mano derecha de estos cabecillas era el policía pensionado Pelaquio Brochero Rojano, de 56 años, 'encargado de llevar las cuentas de los dineros que ingresaban y la distribución de la droga a las ollas'. 

Brian Zarza, de 26 años y pareja sentimental de Leidy, era el encargado de movilizar los cargamentos mayores de drogas entre cada una de las ollas. Finalmente, cerrando el nivel de altos cargos, superiores a los expendedores, aparecía Devis Edith Pachecho Mendoza, de 50 años. 'Esta mujer visitaba las ollas, ayudaba en la contabilidad del producto'. 

'Esta banda se hizo fuerte desde la confianza de trabajar en familia. Cinco de los capturados son familiares directos, porque tenemos a los hermanos Leidy y Robinson, además de los primos Mauricio Henao y Yiner Henao, así como Luis Alberto Henao, tío de los cuatro citados', acotó. 

El parentesco también se evidencia en una intercepción, en la que Leidy le presenta excusas a una intermediaria debido al retraso con la entrega de un dinero. 

Leidy: Discutí con mi hermano, Robinson, porque le dije que la muchacha necesitaba la plata del pollo ese (marihuana), porque ella va a traer más pollo, entonces me dijo que con seguridad de domingo para lunes no pasa, sino que como se le estaba cayendo eso (droga) prestó la plata y la mandó para allá.
Conocida: Que a mí no me esté mamando gallo, porque yo sí le echo su poco de vaina.
Leidy: Ajá, yo le dije que si cogió eso tenía que decir que cogía la plata para tal cosa. Pero si no dice nada.
Conocida: ¿De domingo al lunes?
Leidy: Sí, hasta le tocó financiar a un cobrador para coger la plata y pagarle a ella una vez. 
Conocida: ¿Apenas vas a trabajarla hoy (droga)?
Leidy: Sí, si me rendía le pagaba lo que ella dice. ¿Ella va a traer vaina de esa otra vez?
Conocida: Me dijo que traía en estos días.
Leidy: Ah bueno, entonces le sigo cogiendo a ella, para no coger por acá.