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'Entré al cuarto de la niña, cogí una vela, la prendí y luego me acosté. Después no supe más nada hasta que reaccioné en el hospital', contó Yajaira Martínez, responsable del incendio que consumió nueve casas en el barrio Siete de Abril.

La mujer fue dejada en libertad a las 4:00 de la tarde de ayer. Salió de las instalaciones de la Unidad de Reacción Inmediata de la Fiscalía, URI, con la mirada perdida. Fió una llamada de un SAI para contactar a su hermana.

Apenada por lo sucedido dijo que prendió la vela 'rezada' que le dio una bruja para 'cambiar a su hija' con la que tiene 'problemas' por una relación que la adolescente de 15 años sostiene con un hombre mayor. 'Esa mañana habíamos peleado y en la noche ni hablamos, yo no estaba peleando con ella cuando se comenzó a quemar todo', justificó la mujer.

Martínez, de 39 años, dijo que llegó, vela en mano, a su casa a las 12:30 de la noche del domingo. Encontró a su hija con su pareja en la vivienda. Admitió que, aunque esto le molestó, no discutió con su hija al respecto.

'Yo venía de la casa de una señora que es bruja, a quien le había pedido que me cambiara a la niña, que estaba muy enloquecida. Ella me dio la vela para que la pusiera cuando llegara', narró.

Yajaira asegura que nunca fue su intención quemar su propia casa ni las de sus vecinos. 'Cómo se les ocurre que yo iba a querer prender mi casa con mis hijos dentro', expresó.

Un funcionario de la Fiscalía explicó que debido a que el delito de daño en bien ajeno es querellable, no requiere medida de aseguramiento.

Por esta razón el investigado recupera su libertad pero sigue vinculado al caso. Se buscará que la mujer concilie con los afectados.

A las 4:25, llegaron los familiares de la mujer que lloró desconsolada al verlos. Consternada por lo ocurrido, dijo no querer volver al barrio Siete de Abril, pues teme por su seguridad.

Esta es la segunda vez que la recomendación de un brujo causa una tragedia en la ciudad. El 21 de marzo un bebé de tres meses falleció en el barrio Me Quejo luego de que su mamá pusiera una vela debajo de su cuna para, supuestamente, curarlo de ‘mal de ojo’.