Indignación y repudio hay en el barrio Mamatoco, de Santa Marta, luego del asesinato del sacerdote retirado Dagoberto Noguera Avendaño, de 68 años, presuntamente a manos de dos venezolanos a los que ayudaba.
El cadáver del clérigo, quien se encontraba enfermo, estaba maniatado con una sábana en la habitación de su apartamento ubicado en la diagonal 33 #5-43 del sector en mención, en el oriente de la capital del Magdalena.
Aunque versiones preliminares indicaban que supuestamente había sido degollado, durante la inspección judicial los funcionarios del CTI de la Fiscalía no le hallaron ninguna herida en el cuello, por lo que están a la espera de los resultados de la necropsia de Medicina Legal.
Las autoridades creen que su muerte se produjo por asfixia mecánica.
El coronel Juan Pablo Corvacho, comandante del Distrito de Santa Marta, explicó que la hipótesis que más cobra fuerza es un posible hurto.
'Hace días el Padre venía atendiendo a la población vulnerable, a los venezolanos, les brindaba comida. Vecinos indicaron que fueron dos personas que llegaron y cometieron el crimen', informó el oficial.
Por su parte, María Merced Avendaño, familiar de la víctima, indicó que fue sacerdote en los Estados Unidos y hace dos años estaba de regreso en Santa Marta.
'Ayudó a muchas personas, no sabemos qué se pudieron llevar. Dagoberto vivía allí con la empleada doméstica, a quien golpearon, pero pudo escapar por el patio y avisó a los vecinos de lo que pasó', manifestó.
Mientras retiraban el cadáver, los habitantes de Mamatoco exigieron justicia a las autoridades, que revisen las cámaras del sector y que el asesinato no quede en la impunidad.