Edith Gutiérrez Zambrano, viuda de Eduardo Gallego López, uno de los dos escoltas asesinados el martes con arma de fuego por delincuentes en el barrio Los Robles de Soledad, afirmó en las afueras de Medicina Legal que su pareja planeaba cambiar de trabajo y se dedicaba a la vigilancia 'por la responsabilidad de sus hijos'.
Cruzada de brazos, con un rosario negro colgando de su cuello y el anillo de bodas en el dedo anular de su mano derecha, aseguró que su esposo 'quería cambiar de oficio' porque 'estaba consciente del peligro de su labor'.
De acuerdo con un testigo, hacia las 9:30 de la noche, Gallego, de 39 años, y su compañero Carlos Junior Blanco Viloria, de 22, fueron interceptados en la calle 74 con carrera 23C por delincuentes que los rodearon e intimidaron con armas de fuego.
En circunstancias que son materia de investigación, los bandidos les dispararon a ambos vigilantes a quemarropa. Gallego fue impactado por una bala en la región pectoral, del lado izquierdo, con orificio de entrada y salida, muriendo en el lugar de los hechos. Blanco Viloria fue baleado en el cuello y dos horas después murió en el centro médico La Victoria.
Ambos pertenecían a la empresa de seguridad privada Atenas y cubrían una ruta de vigilancia en puntos de apuestas de la empresa Ganar. Según el testimonio de los testigos, fueron ocho hombres a bordo de cuatro motos los que interceptaron a los escoltas. Sin embargo, la Policía Metropolitana maneja la hipótesis de dos hombres en una moto.
'Cuando uno de los escoltas cayó herido, uno de los agresores llegó y le disparó de cerca y fue cuando le dio el tiro al otro escolta. Los homicidas les quitaron las pertenencias, el arma y supongo que el dinero, y después se dieron a la huida en las motos que eran de color negro', señaló un testigo.
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La última vez que la viuda habló con Gallego López –contó- fue el martes al mediodía, antes de empezar el turno laboral, que iba de 1 de la tarde a 8 de la noche, y con un receso de dos horas a las 5 de la tarde.
'Nos despedimos al mediodía, pero no me llamó como solía hacerlo. Es más, yo le pregunté ‘Gallego si te toca por la zona céntrica yo te preparo algo de comer’, pero me dijo ‘no Edith, me toca ir por La Paz, no te molestes', evocó Gutiérrez Zambrano ante las cámaras y micrófonos de los medios de comunicación.
Eduardo Gallego López era oriundo de Chocó y desde hace 17 años vivía con su familia en Barranquilla, en el barrio Montecristo. Deja tres hijos: un niño de 11 años, una niña de 3 y un adolescente de 17, concebido en una anterior relación.
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El próximo 21 de enero el vigilante iba a celebrar su cumpleaños número 40. Había planeado con su esposa compartir la fecha en familia y para el almuerzo de ese día había pedido que le cocinaran arroz de coco con pescado frito, uno de sus platos favoritos.
Gutiérrez Zambrano lo recordó ayer como 'un hombre familiar, que no era de parrandas, no era de trago, no tenía ninguna clase de vicios, y nunca los días de descanso salía'. Las balas, la violencia y la inseguridad que azota a la ciudad en este comienzo de año también acabó con los planes de mudanza de su familia y de cambio de empleo del chocoano, que aspiraba hacer tras comprar una nueva motocicleta.
Con la misma expresión circunspecta en su rostro, la viuda confesó que el vigilante nunca le ocultó ser consciente del riesgo que corría al desempeñar su oficio.
'Por ser extremadamente responsable decía que era para sacar adelante sus hijos (...) El pasado mes de noviembre recibió un reconocimiento por sus servicios como uno de los mejores cinco guardias. Es una gran pérdida', enfatizó.
Comienzo de carrera
A diferencia de Gallego López, que planeaba finiquitar una carrera de más de 10 años como vigilante, su compañero Carlos Junior Blanco Viloria buscaba consolidar su oficio, en el que llevaba poco más de 5 meses. Hoy cumpliría 23 años de edad.
En un rincón en las afueras de Medicina Legal, su tío Nibaldo Blanco Pérez afirmó que le tenían preparada una sorpresa, una reunión familiar en donde se encontraría con sus hermanos.
El hombre, de mirada hundida y ceño fruncido por la pérdida de su sobrino, explicó que el oficio de vigilante no era bien visto por la familia, pero que las ganas de salir adelante de Blanco Viloria nunca dejaron que cambiara de decisión.
'Varias veces le dijimos que cambiara de trabajo, porque era muy peligroso, pero él decía que estaba a gusto por el millón y pico de pesos que ganaba. ‘A mí no me sirve el mínimo, con eso puedo ayudar a mi mamá’, era lo que nos explicaba', puntualizó.
Blanco Viloria, hijo de un pensionado de la Policía, hace dos años, después de terminar el bachillerato, prestó el servicio militar y luego intentó ingresar a la institución en la que laboró su padre, pero no fue admitido. Vivía con su mamá en el barrio Siete de Agosto del municipio de Puerto Colombia. Era soltero y no deja hijos.
'Él era un bebé, no tenían por qué matarlo. No se metía con nadie, era una gran persona', manifestó el tío, mientras contenía las ganas de llorar.
Policía. El coronel Hugo Molano, comandante de Policía de Soledad, expresó que la institución maneja la hipótesis de que los dos escoltas fueron atacados por seis delincuentes que se movilizan en moto. Que el hecho no solo generó sus muertes, sino el hurto de las armas de dotación y del dinero que llevaban consigo.
En el lugar de los hechos, la Policía Metropolitana de Barranquilla informó que procedió a realizar labores de vecindario, ubicando tres cámaras de seguridad, cuyas grabaciones serán solicitadas con el fin de identificar y ubicar a los asesinos.
El comandante de la Policía, general Mariano Botero Coy, anunció que se ofrece hasta $10 millones de recompensa por información sobre los homicidas. 'Solicitamos la colaboración de la comunidad para que suministre información que permita identificar a los responsables del doble homicidio y dar con las capturas', manifestó.
Luego de realizarse ayer un consejo de seguridad en Soledad con la Policía, el secretario de Gobierno municipal, Jorge Bolaño, anunció que la administración tomará medidas para el manejo de la seguridad.
'Al 11 de enero de 2016 se tenían 3 homicidios, hoy tenemos 5 (...) También se van a reforzar las caravanas de seguridad para que se hagan los días de semana', concluyó Bolaño.