Eran las 8:40 de la mañana en Villa Campestre, jurisdicción del municipio de Puerto Colombia, al norte de Barranquilla. En la calle 3A con carrera 25 el sonido de las máquinas de una construcción cercana anunciaba la nueva jornada laboral.
El comercio aún ‘dormía’, ante un escaso flujo de transeúntes, pero un intento de plagio sobre la vía alteró la calma del sector. En 140 segundos, registrados por cámaras de seguridad, la confusión y la violencia se apoderaron de las miradas. Un hombre, junto a su familia, se convirtió en víctima del hampa cuando se disponía a hacer diligencias personales.
'Frente al centro comercial Brazuka 3, supuestos integrantes de la Sijín bajaron del carro a un sujeto que iba con esposa y dos niñas, lo encañonaron', informó un usuario del servicio Wasapea a EL HERALDO.
Vecinos y trabajadores del lugar fueron ayer testigos del hecho. Una camioneta plateada salió de un conjunto residencial e hizo un giro en ‘u’ sobre la calle 3A. Al tiempo, un auto gris oscuro se movía en reversa en la zona de parqueo de un condominio privado, ubicado enfrente. Ambos vehículos quedaron sobre el carril derecho de la calle, la camioneta detrás del carro.
La víctima fue un comerciante, residenciado en la zona, informó la Policía. Fue identificado como Rubén Carboné Atencia. En videos suministrados a este diario se observa cuando dos hombres con chalecos de la Sijín descienden del asiento trasero del auto. Con arma en mano, obligan al comerciante, que conducía la camioneta Hyundai, a bajarse y luego ser requisado.
Veintiséis segundos después, un tercer hombre sin chaleco desciende del asiento del copiloto del carro y se suma a la farsa.
'Movimiento financiero'
El coronel Jesús De los Reyes Valencia, comandante operativo (e) de la Policía Metropolitana, informó que los sospechosos no son funcionarios de la institución.
'La víctima manifiesta que estos sujetos le hablaban de que tenían una orden en su contra, él les manifestó que no tenía ningún requerimiento, por lo tanto no podía acceder a ser conducido', dijo el oficial en diálogo telefónico.
Sin descartar el secuestro, las autoridades indagan la hipótesis de un plan de una retención y un hurto, pues Carboné manifestó a policías que tenía planeado realizar 'un movimiento financiero'.
En uno de los videos suministrados se evidencia cómo se opone al supuesto operativo. Los vehículos transitaban en el resto de carriles, mientras algunos transeúntes comenzaban a percatarse del acto.
En un recorrido por el sector, testigos aseguraron a este diario que Carboné gritó: '¡Me van a secuestrar, me van a secuestrar!'.
Uno de los tres delincuentes intentó esposarlo, pero la víctima no lo permitió al percatarse del irregular procedimiento. La pareja de manillas con las que lo intentaron arrestar eran de color negro, las cuales no son utilizadas por la institución. Además, una de las pistolas que empleaba uno de los supuestos uniformados era plateada, color que tampoco corresponde a las armas de la Policía.
Reacción ciudadana
Debido a la desconfianza que generó el procedimiento, varios moradores y trabajadores de la zona se acercaron a ver lo que ocurría. El comerciante aprovechó el interés de la comunidad para llamar la atención.
'¡Venga, venga, cójanlos, cójanlos!', vociferó Carboné, mientras los transeúntes se acercaban al vehículo. Para ese momento decenas de desconfiados grababan videos y tomaban fotos del hecho con sus celulares.
Los trabajadores de la construcción cercana fueron los primeros en auxiliar al comerciante. Fueron seguidos por vendedores ambulantes y vecinos del sector.
'¡Son ladrones, son ladrones!', gritaron varias personas. De inmediato, los delincuentes comenzaron a retroceder. Les dieron la espalda al comerciante y a la gente, caminaron rápidamente al auto y se fueron.
'A los cinco minutos llegó la Policía', indicó otro usuario de Wasapea a EL HERALDO. Dos horas y media después, De los Reyes llegó al lugar y habló a los medios de comunicación. Confirmó que los delincuentes huyeron en un Renault ‘Logan’, de placas UUZ-012.
'La idea era trasladarlo en su propio vehículo, pero sospechó por la manera cómo lo trataron' concluyó.
Durante el resto de la mañana, periodistas y policías rondaron la calle 3A con carrera 25. El sector retomó su ritmo habitual pasado el mediodía.