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En un pasillo del segundo piso del edificio Santander, ubicado en el sector La Matuna del Centro Histórico, un hombre asesinó a cuchilladas a su esposa cuando se disponían a firmar el divorcio, tras acordar una cita con un abogado.

La Policía Metropolitana de Cartagena reportó que el crimen se registró ayer, a las 8:20 de la mañana, en frente de algunas personas que se preparaban para comenzar su jornada laboral en el mencionado recinto.

La víctima fue identificada como Mimis Patricia Urbina Blanco, de 34 años, oriunda de Marialabaja (Bolívar), cuyo cuerpo ensangrentado quedó en el piso, con un bolso de cuero marrón que cargaba en su hombro derecho.

Lugar de los hechos.

A un costado del cuerpo de la víctima, que tenía puesto un vestido rojo ceñido, también quedó un morral negro y un teléfono celular, que cayeron en el pasillo en medio del forcejeo de la pareja.

Persecución y captura

El señalado feminicida fue capturado a los pocos minutos por policías. Se trata de John Jairo Castro Campás, de 46 años y pintor de oficio, nacido en el municipio Buenaventura (Valle del Cauca).

El general Carlos Rodríguez Cortés, comandante de la Policía en Cartagena, indicó que Castro sufrió algunas lesiones menores en una mano. Por eso fue llevado primero a un centro asistencial y, luego a la Fiscalía.

'Estaba alegre'. Dilson Urbina Blanco comentó que su hermana se había casado hace tres años y medio con Castro, en una iglesia cristina, pero decidieron ponerle fin a la relación solo un día después de la boda por problemas personales.

Mimis Patricia Urbina Blanco, fallecida.

Pero solo para este lunes programaron culminar de forma legal el vínculo matrimonial y acordaron reunirse con un abogado. 'Ella estaba alegre porque él iba a firmar el divorcio', contó Dilson Urbina.

Y recordó que, a pesar de que la pareja había pactado la separación, Castro no ocultaba su inconformismo. 'Él le dijo: si te divorcias conmigo, con quién te vas a casar. Ella le respondía: me voy a quedar soltera porque me ha ido muy mal', contó.

También sostuvo que, después del crimen, Castro Campás 'le avisó a su patrón y le dijo llorando que la había matado'.

Urbina deja dos hijos que procreó en una relación anterior. Trabajaba como auxiliar de cocina y residía en el barrio Colombiatón, en la zona suroriental de Cartagena.