'Sé que extorsionaba a algunas guardias, las amenazaba: que si no les daba plata, las apuñaleaba; o cuando tiraban algo por el patio y alguna guardia lo recogía, la levantaba a puñaladas. Esto lo hace en compañía de Milagros González'.
Los testimonios de siete internas del centro de rehabilitación El Buen Pastor, fueron claves para que la Fiscalía y el Gaula de la Policía identificaran a las reclusas que, según pesquisas, conformaron una banda que delinquía al interior del correccional para mujeres de Barranquilla.
La existencia de la estructura se conoció el 18 de julio anterior, luego del operativo en el que la Policía capturó a un hombre y 22 mujeres, en su mayoría reclusas, por evidencias que les comprometen con extorsiones, hurtos, amenazas, lesiones personales, tráfico de drogas y actos sexuales.
La banda fue presentada por la Policía Metropolitana con el nombre de ‘Las féminas’, pero en las audiencias ante un juez de control de garantías quedó claro que primero se autodenominaron ‘Las perras bravas’ y, después, ‘Las Camaradas’.
'Esta investigación se inicia a partir de un informe de investigador del 3 de junio de 2015, con información por extorsiones de una estructura que se identificaba como ‘Las perras bravas', expuso el fiscal 3ro. especializado adscrito al Gaula.
'Posteriormente se autodenominaron ‘Las camaradas’, quienes venían haciendo exigencias económicas a internas del Buen Pastor, familiares de las internas, y algunos lugares de Barranquilla y el municipio de Soledad', añadió.
Motines
La indagación indica que ‘Las camaradas’ surgieron en el segundo semestre de 2014, bajo el mando de Cindy Pérez Villa, alias ‘Monstruo come paleta’.
'Ella fue trasladada a la cárcel de Cartagena por dificultades internas (en El Buen Pastor) y en su reemplazo quedó Mónica, alias ‘La cobra, con antecedentes por homicidio', contó un oficial del Gaula.
Al revisar los libros de minutas de la guardia de ese año, las autoridades hallaron constancias sobre 'situaciones' relacionadas con el ingreso de drogas los domingos –día de visita–, y el lanzamiento desde la calle al interior del establecimiento de paquetes con estupefacientes, alcohol, celulares y armas blancas.
Las autoridades relacionaron incluso a este caso las tres revueltas registradas entre octubre de 2014 y marzo del año pasado en El Buen Pastor.
'Esta banda hacía permanentes amotinamientos donde se presentaron antecedentes que fueron cometidos por integrantes de esta estructura', advirtió el fiscal especializado.
Cuatro de las internas que declararon ante el Gaula coincidieron en relacionar que dos de las 22 capturadas en julio pasado, promovieron y participaron en los amotinamientos: alias La cobra, identificada como Mónica Vergara Vanegas, y alias Chococono, Betsy Rodríguez Larrada.
'Betsy es la que fomenta las batidas (…), participó en los motines del mes de octubre (de 2014)', 'era la que iniciaba las revueltas que sucedían', 'ella inicia revueltas', fueron los señalamientos hacia Rodríguez.
'Participa en los motines', aseguró otra testigo sobre Vergara, quien fue, de hecho, vocera ante los periodistas que llegaron a cubrir el amotinamiento del 3 de marzo del año anterior.
'Desde la azotea del centro de reclusión, Mónica Vergara Vanegas, una interna que lleva dos años y seis meses privada de la libertad, gritaba ayer que había sido golpeada por los guardianes en el ojo derecho y en un brazo. Junto a ella se encontraba otra reclusa que también denunciaba malos tratos', citó EL HERALDO en la noticia que publicó el 4 de marzo del 2015.
‘La cobra’, de 26 años, fue condenada en diciembre último por un juzgado de esta ciudad a purgar 33 años de cárcel, por el homicidio de su marido Jonathan Campo Polo, a quien apuñaló en medio de una discusión. El crimen ocurrió en julio de 2012, en el barrio Sourdis, en el suroccidente.
De izquierda a derecha: Cindy Pérez, Mónica Vergara, Betsy Rodríguez y Rebeca Escobar.
A las guardianas
Los testimonios contra ‘Las camaradas’ las vinculan con amenazas, ataques y hasta extorsiones al personal de vigilancia de El Buen Pastor.
Una de las testigos aseguró al Gaula que Betsy Rodríguez no solo fue quien el 30 de octubre de 2014 'desarmó la iglesia (capilla)' del correccional, sino que además 'apuñaló a Saltarín, a la guardia M y a Escarlates'.
Otra declarante recordó la fecha exacta de esa agresión. 'Apuñaló a una guardia el 12 de mayo, el día que yo ingresé'. En otro testimonio, se dice sobre Rodríguez: 'apuñaló a la guardia Ema Jinete, le dio un golpe a la guardia Carolina Pantoja, eso fue hace como 5 meses, el 12 de mayo'.
Vergara también fue vinculada con actos contra la guardia: 'Sé que extorsionaba a algunas guardias, las amenazaba: que si no les daba plata, las apuñaleaba. O, cuando tiraban algo por el patio y alguna guardia recogía, la levantaba a puñaladas. Esto lo hace en compañía de Milagros González', refiere uno de los testimonios.
Las declaraciones en el expediente permiten a la Fiscalía inferir que la banda, 'como herramientas de constreñimiento', usaba armas contundentes y corto punzantes.
'Además de amenazas, en especial causar la muerte para coaccionar a sus víctimas, con el fin de acaparar dinero, llegando incluso a materializar amenazas consistentes en hurtos, lesiones personales, como retaliaciones al no pago de las exigencias', aseveró el fiscal.
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Manoseo
Un domingo, relató una testigo, estaba acompañada de su mamá cuando Vergara llegó y le pidió a su progenitora que le comprara una boleta por 2 mil pesos. 'Le dije que no tenía porque me visitó estricta (con poco dinero)'.
Al acabarse el horario de visitas, Vergara y otras regresaron a la habitación donde estaba su víctima. 'Yo estaba acostada. Se metieron con puñaletas y me tiraron dos puñaladas, una casi me pega en el ojo. Me quitaron la mariquera con 30 mil pesos, me los robaron', contó.
'De ahí –continuó– fuimos a los golpes: me daban, yo les daba, pero por más que hacía, ellas eran más. De ahí quedaron que siempre pasaban a mi cuarto a pedir una cuota que era entre $2 mil a $5 mil (por día), que era obligatorio; cuando uno no tenía, se llevaban cualquier cosa del cuarto'.
Otra testigo que presenció el ataque, mencionó que 'se nos metieron' Vergara y Ana María Contreras. 'Las demás se quedaron en la puerta (tres), pendientes que no vinieran guardias'.
Esta testigo denunció que su compañera fue también víctima de actos sexuales. 'Desnudaron a N…, le robaron 15 mil pesos; la manosearon, la tuvieron contra la pared, amenazándola con un cuchillo'. Y remató: 'A mí me amenazaron con un cuchillo, dijeron que no fuésemos a poner quejas porque, si no, regresarían, nos golpearían y a mí me rayarían el cuero (la piel)'.
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Tráfico y disputas
Con ‘Las camaradas’ fueron relacionadas Mónica Vergara, Ana Contreras, Betsy Rodríguez, Nasly Ramírez, Elvira Lobelo, Maylín Roncallo, Claudia Gamero, Lizeth Ventura, Gisella Suárez y Ana García, varias de ellas capturadas en julio.
Las pruebas testimoniales dan cuenta cómo la estructura movía alucinógenos en El Buen Pastor: contaban con la ayuda de familiares en días de visitas, o sus parientes y socios de andanzas les lanzaban paquetes desde la calle, por encima de los muros.
Internas como Ana García Fontalvo, alias ‘la Manca’, contaba con la complicidad de su esposo y su hijo, de 17 años. 'Eran quienes le ingresaban la droga. Lo hacen los domingos. Vende marihuana, perico', señaló una testigo.
Y sigue: 'Tiene a varias que le trabajan, para que le recojan la droga que le tiran por el patio, y ella les paga con dosis de vicio. Allá adentro, ella vende el perico en bolsitas, en 15 mil pesos; la pepa la vende en 3 mil pesos, y los baretos (tabacos de marihuana), a 3 mil pesos'.
Un caso particular era Rebeca Escobar, capturada, al igual que García.
Según las declaraciones, Escobar trabajaba en llave con ‘La manca’ y tenía negocios con Jadid Cabrera Gamarra, aprehendido en julio, a quien le enviaba estupefacientes para venderlos en Soledad.
'Ella fue la que se le paró a Cindy Pérez cuando estaba peleando la línea para vender droga. Quiere mandar en el patio porque es la que maneja más droga. Por eso pelea con Erika Tatiana Fierro, Mónica Vergara, Ana García, Milagros González', atestiguó una interna.
El fiscal manifestó que en declaraciones ampliadas en abril y mayo de este año, se evidenció que la banda seguía delinquiendo. 'Tenían el penal como zona de confort delincuencial, no como centro de rehabilitación'.
'Sin condiciones mínimas de seguridad'
En el informe judicial del 3 de junio de 2015, el Gaula de la Policía advierte que El Buen Pastor, cuyo manejo está a cargo de la Alcaldía Distrital, es un centro de rehabilitación al cuidado de personal de una empresa de vigilancia privada. 'Dicho lugar no presta las condiciones mínimas de seguridad establecidas por el Inpec, para que personas con un prontuario criminal pernocten allí'. Al respecto, el fiscal alertó: 'Aquí no funciona el Inpec, quien presta la seguridad son personas que no tienen esa capacidad de contrarrestar este accionar de estas bandas; por el contrario, han sido víctimas de este grupo'.
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El operativo
El Gaula de la Policía también capturó el 18 de julio pasado a Elvira Lobelo Espitia, Erika Fierro Mosquera, Elizabeth Fajardo Díaz, Farides Lagares Maestre, Nasly Ramírez Fernández, Adriana Ramírez Marín, Maylín Roncallo Machado, Marelis Soto Brochado, Liseth Ventura Fernández, Iliana Mora Vega, Milagros González Carsenas, Jazmín Farfán Acosta, Yina Rebollo Jiménez, María Venera Iriarte, Josefa Cardona Ortega e Hilda Valderrama Vergara.
El operativo se desarrolló en Barranquilla, Cartagena y Montería, en las cárceles de mujeres y en sectores de estas capitales. A las mujeres y Cabrera se les investiga por concierto para delinquir y, dependiendo del presunto rol de cada persona, la Fiscalía le sumó cargos por extorsión, tráfico de estupefacientes y hurto.