EL HERALDO tuvo acceso a una lista de 137 inmuebles que la empresa Global Brokers Asociados S.A. ofertó a personas interesadas en comprar casas o apartamentos en remates.
Las sumas entregadas por las personas estafadas, que aparecen en el listado, van desde $10 hasta $238 millones. Superan los $8 mil millones, más de la mitad de $15.000 millones que suman las estafas que la Fiscalía ha cuantificado solo en el Atlántico.
Los predios o inmuebles que eran ofrecidos por los directivos y empleados de Global Brokers están ubicados en distintas zonas de la ciudad: Villa Santos, Boston, Ciudad Jardín, Paraíso, San José, Las Delicias, Olaya, Bellavista y El Carmen, entre otros.
En el municipio de Soledad ofrecían casas y apartamentos en supuesto remate en barrios como Hipódromo, Soledad 2.000, Los Robles y La Arboleda.
Como representante legal de Global Brokers aparecen en el listado Vedel Antonio Bonett García y Cristian Rymel Yurgaky Rey, quien constituyó la empresa junto con Eduardo Iván Gómez, detenido desde la semana pasada en la Cárcel Distrital de El Bosque.
Anotaciones
De acuerdo con el reporte de las autoridades, el abogado Yurgaky fue capturado el 26 de septiembre de 2008 por el delito de documento público falso, e indiciado en 22 ocasiones desde 2013 por el delito de estafa.
A Eduardo Iván Vargas Gómez le figuran cuatro anotaciones por el delito de estafa en los años 2011, 2012 y 2013. Igualmente, tiene a su nombre un vehículo marca Audi, clase campero, modelo 2015; un vehículo marca Ford, modelo 2012, y un auto Chevrolet Spark, modelo 2012.
A Yaneth Vargas Gómez, hermana de Eduardo, le figura una anotación judicial por el delito de estafa del 24 de octubre de 2010. Le aparece también un vehículo a su nombre, de marca Kia, tipo camioneta, línea Sportage, modelo 2013.
Y Vedel Bonett aparece como indiciado en ocho ocasiones por el delito de estafa, todas del año pasado.
'Robaron mis ahorros'
Nancy Pomares es una de las 370 personas estafadas por Global Brokers. La mujer dice que se enteró por medio de periódicos de los supuestos remates de inmuebles y, luego de ir hasta las oficinas, fue convencida de que lo que le ofrecían era un buen negocio.
'Les entregué $35 millones en dos cheques, era la plata de mi pensión que tenía ahorrada; ahora me encuentro sin trabajo, sin casa, sin plata y recostada donde unos familiares', contó.
Lo mismo le sucedió a Rigoberto Salazar, de 74 años. Entregó $74 millones, dinero producto de la liquidación de su pensión, el cual tenía destinado para comprarle una casa a su hijo.
'Hoy lo que espero y le pido a las autoridades es que me devuelvan el dinero y que los penalicen', dice.