Un juez impuso medida de aseguramiento en cárceles a siete presuntos miembros de la banda de asaltantes que asesinó en noviembre del año pasado al docente Ulises Herrera Murillo, de 62 años, en Sincelejo.
La Fiscalía informo que los sospechosos detenidos por el delito de homicidio son Carlos Mario Salcedo, Leonar Paternina Garrido, Déimer Orozco Camargo, Miguel Moguea Rodríguez, Juan Carlos Cortinez, Andrea Burgos Redondo y Jorge Anaya López.
Cuatro de los arrestos se realizaron en casas de los barrios Tierra Prometida, La Lucha, San Luis, Los Rosales, Villa Ángela y Uribe Uribe, en Sincelejo; las demás, en vía pública.
'También se incautaron un taxi, de placas FTK-643, dos motos, placas UME-38D y POB-11C, y tres celulares', indicó en un comunicado.
Herrera fue asesinado el 4 de noviembre, mientras jugaba dominó en un parque del barrio Las Margaritas, cerca de su casa. Allí llegaron hombres en motos y un parrillero le pidió la mochila en la que guardaba $13 millones 700 mil que había retirado de un banco.
Lo que se estableció
La investigación de la Fiscalía indica que Herrera había sacado el dinero a las 2:15 de la tarde, en una sede bancaria de Las Peñitas, en Sincelejo.
'Salió hacia su residencia, pero antes se detuvo en el parque del barrio Las Margaritas, donde solía jugar dominó con sus amigos', detalló el ente acusador.
A los pocos minutos arribaron cuatro hombres en dos motos, quienes dispararon a los presentes para intimidarlos. De inmediato, uno de los criminales se le abalanzó al profesor de Ciencias Sociales por la mochila, pero este forcejeó.
'Por lo que al parecer Juan Carlos Cortinez, alias Niño Lindo, le disparó en el cuello y le provocó la muerte', establecieron las pesquisas.
Los roles de cada uno de los capturados en la banda, sostiene la Fiscalía, eran: Salcedo, alias Cabeza, el cabecilla; Paternina o el Marcador, quien ‘marcaba’ a los clientes que retiraban dinero de los bancos y avisaba a los atracadores.
Orozco conducía un taxi en el que hacían seguimiento a las víctimas; Anaya y Moguea conducían las motos; Cortinez, alias Niño Lindo, era uno de los pistoleros que despojaba a las víctimas del dinero; y Andrea Burgos guardaba las armas y el dinero hurtado.