Tras nueve días sin asesinatos, desde que la Policía Metropolitana de Cartagena abatió a cuatro presuntos delincuentes luego de un intercambio de disparos, en el barrio Olaya Herrera, las autoridades han reportado cuatro homicidios entre la madrugada del viernes y la mañana del domingo.
De los cuatro asesinatos, dos fueron cometidos con armas blancas, mientras que los restantes con armas de fuego.
A la 1:00 de la madrugada del viernes, en la invasión La Unión, en inmediaciones del barrio Henequén, fue asesinado de dos impactos de bala el ciudadano venezolano Jesús Roberto Blanco, de 28 años, quien fue sorprendido por integrantes de una pandilla conocida como 'los Ronda'.
El segundo caso se presentó a las 8:20 de la noche del sábado, en el barrio Las Palmeritas, donde un pistolero que se movilizaba en una motocicleta acabó con la vida del operario de grúas, Jairo Alonso Dickson Long, de 38 años, quien departía en un bar de la zona.
Dickson, quien residía en el barrio Los Cerezos, recibió dos impactos de bala en la cabeza, que le causaron la muerte de manera inmediata.
Horas más tarde, a las 3:00 de la mañana del domingo, en el barrio San Pedro Mártir, fue asesinado de una puñalada en el pecho el albañil Stevenson Javier Barrios Jiménez, de 21 años, en medio de una riña.
La Policía Metropolitana de Cartagena dio a conocer que, tras una persecución de uniformados que custodiaban la zona, fue capturado el presunto responsable del crimen, quien fue puesto a órdenes de la Fiscalía.
El cuarto homicidio ocurrido en las últimas horas se presentó a las 10:20 de la mañana del domingo, debajo del puente que comunica al barrio Martínez Martelo con Manga. La víctima es un habitante de la calle que fue degollado cuando descansaba sobre pedazos de cartón.
El habitante de la calle, que alcanzó a correr cerca de 30 metros después de que fue acuchillado, se derribó a un andén luego de morir desangrado. Su identidad no ha sido establecida por las autoridades, debido a que no portaba ninguna clase de documentación.