Para Luis David Pérez Pérez, a quien sindican de haber incinerado la casa de la familia Hernández Aguas la madrugada del 9 de febrero en el corregimiento de El Coley de Los Palmitos, la Fiscalía Novena Seccional de Corozal solicitó anoche 50 años de cárcel.
Lo procesan por los delitos de homicidio agravado, lesiones personales e incendio, hechos que dejaron como resultado la muerte de los hermanos Iris, Juan y Josué, de 11, 7 y 5 años, así como quemaduras a su mamá Diana Aguas, la misma que ayer sacó a relucir, 'la fortaleza que Dios le ha dado para afrontar este duro episodio', de hecho no hizo señalamientos en contra de Luis David, que es su vecino.
No obstante, en una versión que ella le entregó a la Fiscalía, advierte que la noche del 8 de febrero cuando regresó del culto evangélico con sus hijos, vio la sombra de una persona y cuando trató de buscarle el rostro para saber de quién se trataba, esta esquivó la mirada.
La defensa de Luis David Pérez advirtió que el día de los hechos, Pérez no se encontraba en El Coley, pues estaba en el corregimiento de Hatillo trabajando en una finca.
Pese a ello la Fiscalía tiene en su poder, como prueba los testimonios de varias personas que aseguran que Pérez se había regresado de esa finca y que estaba como desesperado y nervioso.
Además llevó en calidad de reserva, pero la juez Promiscuo Municipal de Chalán sí tuvo acceso a ello, la entrevista de un testigo que llegó de forma voluntaria ante el personal de la Sijin y la Fiscalía de Corozal para decir que Luis David le dijo que él había quemado el rancho.
Según el ente investigador, el testigo iba en su motocicleta en busca de agua y en el camino se encontró con Luis David y este le dijo que la conciencia lo estaba matando, que le ayudara, que él era quien había quemado el rancho, pero no imaginó que los niños se iban a quemar.
Es este testimonio que la defensa de Luis David desestima porque aduce que no es posible que una persona que cometa un hecho 'tan atroz' como este lo confiese de esa forma y no huya de esta población, fue el que más valoró la juez.
Agrega la Fiscalía que en dos ocasiones el hermano mayor de los niños se peleó a los puños con Luis David y este al verse perdido le sentenció que 'las cosas no se iban a quedar así' y que 'se las iba a pagar, que lo iba a prender con todo y rancho'.
Estas mismas palabras Luis David las habría lanzado contra otras personas de El Coley que le habrían recriminado algunas de sus actuaciones relacionadas con el consumo de drogas y el hurto de enseres y aves de corral.
De igual forma la defensa de Luis David le recrimina a la Fiscalía haber tomado como pruebas unas denuncias contra este que derivaron en investigaciones que hoy están archivadas, por lo que advierte que el procesado 'no es un peligro para la sociedad como lo quieren hacer ver'.
Comportamientos pirómanos. La Fiscalía sostiene que Luis David sí tiene comportamientos pirómanos porque siempre aduce querer quemar cosas, por eso el ente investigador hace la inferencia de que él, 'ya había dicho que era autor de ese hecho, si lo sea'.
Sin embargo, el sindicado fue enfático al no aceptar los cargos que la Fiscalía le imputó y por los que podría pagar 50 años de prisión.
Debido a los problemas que Luis David tuvo con la familia de las víctimas, en la población de El Coley, muchos lo señalaron desde un principio como sospechoso.
Las peleas de Luis David con el hijo mayor de la familia Hernández se originaron porque el primero le dijo unas groserías a la madre de los niños y ante el reclamo del hijo sobrevinieron las discusiones de las que en El Coley muchas personas hablan, pero otras certificaron a través de manuscritos que Luis David Pérez, el día de los hechos, no estaba en esa población que según la Fiscalía estuvo en riesgo con el delito de incendio que es de peligro común, por lo que el procesado constituye un peligro para la sociedad.
Anoche, la Juez Promiscuo Municipal de Chalán, le impuso medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario a Luis David Pérez Pérez, pero su defensor repuso y apeló la decisión argumentando que lo que existen son testigos de referencia porque no se ha demostrado que él quemó esa casa y cómo lo hizo.