Compartir:

Dos días después de que en el pasillo de la entrada de la oficina de la seccional Barranquilla de la Asociación Nacional de Trabajadores de Hospitales y Clínicas de Colombia (Anthoc) fuera destapado un extraño paquete que en su interior, además de un panfleto amenazante, reposaba la cabeza de un perro en estado de descomposición, Heriberto Tovar, presidente de la agremiación en el Atlántico, contó cómo es la vida entre la lucha por los derechos de los trabajadores, las amenazas y el recuerdo de los compañeros caídos.

Tanto Heriberto como varios de sus compañeros evidencian el desgaste emocional marcado en sus rostros y esa doble pelea entre sus convicciones ideológicas y el costo personal y familiar que han significado estos años de amenazas y pérdidas.

Al reflexionar sobre esta última amenaza, Heriberto posó sus ojos por espacio de varios segundos en el piso y luego elevó su mirada al techo, como buscando respuestas.

Cómo vamos a quedar nosotros

El dirigente sindical se quebró de un momento a otro y entre lágrimas habló sobre cómo ha encajado su familia está nueva escaramuza de los violentos. 'Mi hijo de quince años, al enterarse de esta amenaza me dijo ‘papi salte de ese trabajo, nos preocupa tu situación, un día de estos no te van advertir sino que lo van a hacer de verdad y cómo vamos a quedar nosotros’. Eso es muy duro, lo pone a uno a pensar', indicó Tovar.

Con la voz entrecortada Tovar aseguró que durante estas 48 horas no ha podido conciliar el sueño.

Arreglos florales, urnas, panfletos, llamadas, mensajes de textos completan el rosario de modalidades de amenazas de las que han sido víctimas en Anthoc, unas 14 el año pasado y este año, va una sola pero tan macabra y contundente que algunos de los afiliados que laboran en la oficina aún no se han podido sacar de la cabeza el olor a podredumbre y la dantesca imagen de la cabeza del perro empacada en una caja.

Tovar hizo un breve recuento de sus compañeros que perdieron la vida en ejercicio de sus labores como sindicalistas.

Contando los muertos

Ricardo Orozco Barrero en ese momento vicepresidente nacional de Anthoc, fue asesinado a tiros, saliendo de su vivienda en el barrio Los Almendros, de Soledad, el 2 de noviembre de 2001, esa primera muerte golpeó el corazón del sindicato y generó los primeros desplazamientos a otras latitudes. Por lo menos 39 dirigentes del sindicato salieron del país.

'Nos dolió mucho porque Ricardo era muy beligerante, muy luchador, varias personas de la Junta Directiva renunciaron. En ese tiempo teníamos en el Atlántico unos 3.000 afiliados y ahora no legamos ni a los 700', indicó Tovar.

De acuerdo con el sindicalista, la reestructuración del sistema de salud provocó la salida de muchos de sus afiliados que fueron desligados de sus empleos. El 23 de julio de 2003, fue asesinado Carlos Barrero Jiménez, activista de Anthoc, los sicarios los interceptaron saliendo del Hospital General de Barranquilla, en donde se desempeñaba como auxiliar de enfermería.

El 4 de marzo de 2004 José Torres Pérez, muere baleado y su cuerpo quedó a un lado de las rejas de entrada del Hospital de Barranquilla. El 24 de noviembre de 2010, fue asesinado Carlos Hernández Llanos en el municipio de Sabanalarga.

Tovar asegura que de 2001 a 2006 fueron tiempos aciagos en los que la asociación empezó a ser diezmada porque además de las muertes se intensificaron las amenazas y algunos despidos.

Desde el retiro

Mercedes Echeverría estuvo en la lucha sindical junto a sus compañeros de Anthoc desde 1980 a hasta el año 2010, fue presidente departamental de Anthoc en dos ocasiones.

'Entiendo perfectamente por lo que están pasando los compañeros. Esta es una vida muy difícil que tiene un alto precio, el desplazamiento daña la familia, la vida, te toca dejar a los amigos. La muerte de un compañero es como la de un hermano. Lo triste es que a pesar de toda nuestra lucha, la salud en el departamento está muy mal', contó Echeverría desde su retiro.

'Es muy duro vivir con todo ese estrés, con el miedo, con escoltas atrás y ahora creo que es más peligroso porque antes se sabía de los grupos paramilitares, pero ahora no se sabe quién ni de dónde puedan provenir las amenazas', añadió.

La Central Unitaria de Trabajadores CUT, Subdirectiva Atlántico, rechazó enérgicamente, las amenazas de la que son víctimas los compañeros de Anthoc, Secciona Atlántico y algunos dirigentes de la CUT, Atlántico, Defensores de Derechos Humanos y Periodistas que han sido amenazados en lo que va del año.

Rechazo

'La CUT, Atlántico, solicita a las autoridades judiciales y policivas realizar las investigaciones de fondo y se judicialicen los responsables de estas amenazas' , indicó la agremiación a través de un comunicado.

Víctor Dirruyeiro, tesorero en Atlántico, padre de tres hijos recordó que esta es la quinta vez que su nombre aparece en un panfleto intimidatorio. 'Esta vez fue mucho más triste porque es doloroso ver como cogieron a un animalito para eso. Cuando el personal de antiexplosivos abrió el paquete sentí impotencia y dolor', contó.

Dirruyeiro asegura que en 2005 las amenazas llegaron mucho más lejos. 'Mi hija iba para la universidad y un tipo armado se le montó en el bus y la intimidó diciéndole que si yo no dejaba de estar metiéndome en lo que no me importa me iban asesinar. Ayer mi madre que es una señora de 86 años se le subió la presión y toda la familia está preocupada con estas nuevas amenazas', agregó.

Vigilancia

La Policía está haciendo rondas constantes y llamadas de monitoreo por la oficina de Anthoc ubicada en la avenida Murillo con carrera 38. Incluso se contempla la posibilidad de mantener policiales de forma permanente en las oficinas.

Ya sus dirigentes adelantaron ante la Fiscalía la denuncia formal y esperan extenderla ante la Defensoría del Pueblo y la Unidad Nacional de Protección. El esquema de seguridad que comparten entre los dirigentes sindicales se encuentra en estado de alerta.

Anthoc explicó que en el país tiene 13 mil afiliados, de los cuales 620 trabajan en 24 hospitales del Atlántico y en el departamento hay 29 integrantes de la agremiación que han sido objeto de amenazas.

'La salud en el departamento está en crisis, hay una situación caótica, más aún cuando las EPS que son las que giran el dinero les adeudan mucho dinero a los hospitales públicos. Caprecom que ya está liquidada, le pagó al sector privado, pero al sector público no y eso ha creado conmoción.

Sobre los recientes cambios en la IPS Universitaria aseguró que, la agremiación está en contra de los cambios que se han dado recientemente en la IPS Universitaria y aseguró que han presentado querellas. 'En la IPS de Antioquia están tercerizados y nosotros estamos en contra de toda tercerización'.