La Fiscalía le imputó el delito de homicidio culposo al anestesiólogo Fabio Vargas Lobo y a la cirujana Damaris Romero, por considerar que incurrieron en negligencia durante la operación estética que le costó la vida a la joven cantante de vallenatos, Katiuska Mendoza, en hechos ocurridos el 13 de diciembre de 2011.
'Los galenos infringieron el debido cuidado de su actividad al haber actuado de manera negligente, lo que trajo como consecuencia la muerte de la paciente', dijo el fiscal seccional 17, Fredy Alfonso Rivero, durante la audiencia de imputación de cargos que se llevó a cabo ayer ante el juzgado cuarto penal municipal de Valledupar con funciones de control de garantías.
Manifestó que Katiuska llegó ese día a las 10:25 de la mañana a la clínica Valledupar para realizarse una rinoplastia con la cirujana Damaris Romero y el anestesiólogo Fabio Vargas; a las 12:30 inició la operación y a la 1:45 de la tarde notificaron que la paciente había fallecido. El fiscal Rivero señaló que los dos profesionales desconocieron los protocolos de salud para este procedimiento.
En el caso del médico Fabio Vargas, indicó que este atendió de manera simultánea a tres pacientes con anestesia general, ausentándose en varias oportunidades del quirófano donde estaba Katiuska, lo que impidió tener el debido cuidado, evaluar el medidor de oxigeno a lo que la paciente no responde, percatarse que la máquina de anestesia estaba funcionando de manera deficiente, y que al momento de la complicación, no existía un carro de reanimación.
'El galeno al haber abandonado sin justificación alguna la cirugía, debió prever que esta podría presentar una complicación', precisó el fiscal.
Sobre la presunta responsabilidad del anestesiólogo, el Tribunal Nacional de Ética Médica, informó que esta se concreta en haber sometido a la paciente a riesgos injustificables al acceder a administrar anestesia a tres personas de manera simultánea, además de no haber vigilado con cuidado en funcionamiento de la máquina de anestesia que estaba usando.
En cuanto a la cirujana Damaris Romero sostuvo que 'se probó que no ordenó exámenes pre-quirúrgicos a la paciente, a lo que estaba obligada; fijó la operación al día siguiente de la consulta sin que estuviera programada y como responsable de la cirugía no debió haber permitido la ausencia del anestesiólogo; además se hizo una elaboración deficiente de la historia clínica que no establece la causa de la muerte'.
La pena por homicidio culposo, es de 32 a 108 meses de prisión. Sin embargo, partiendo de la mínima es excarcelable, por lo que el abogado que representa a la familia de Katiuska, Iván Javier Rodríguez, dijo no estar de acuerdo con la imputación de homicidio culposo, señalando que hubo un dolo eventual que desencadenó en un homicidio simple que aumenta la pena de 13 a 25 años de cárcel.
Los dos médicos procesados no se allanaron a los cargos y ahora enfrentarán un juicio oral ante un juez de conocimiento.