A una venganza contra un miembro de su familia, atribuyen las autoridades el asesinato del subintendente de la Policía Héctor Dimas Escudero Torres, de 33 años, ultimado de un disparo en la cabeza a las 6:40 de la tarde del domingo cuando visitaba a sus padres en el barrio La Esmeralda.
Según la Policía, el atentado no iba dirigido contra Escudero, quien hacía parte del grupo Antinarcóticos, sino contra otra de las personas que departía en el inmueble localizado en la calle 73F con carrera 13.
Un allegado al subintendente señaló que el asesino se acercó caminando, mientras su cómplice lo esperaba en una moto en la esquina de la casa. 'Llegó y empezó a disparar hacia dentro de la casa. Héctor estaba sentado en la entrada comiendo, e intentó levantarse pero el problema en su pierna no lo dejó', contó un primo.
El pistolero le disparó cuando este se agachó para coger el bastón que usaba hace dos años y tres meses por una lesión durante una actividad como policía que desde entonces lo mantenía excusado del servicio. 'Quizás pensaron que iba a coger un arma o a intentar capturarlo', agregó el familiar.
El general Ramiro Castrillón, comandante de la policía Metropolitana señaló que el subintendente 'tenía un hermano que hace seis meses salió de la cárcel y tiene otro hermano con antecedentes', por lo que investigan si el ataque era contra alguno de ellos. La Policía ofreció hasta cinco millones de pesos en recompensa por información que lleve a la captura de los autores materiales e intelectuales del homicidio.