Al prontuario de antecedentes y anotaciones penales de Rafael Antonio Toro Pote, alias el Ladrón de la óptica, se sumó desde el martes un nuevo delito: fuga de presos.
La Fiscalía abrió la investigación luego de que policías lo vieran hace semanas en una calle de Barranquilla y, como EL HERALDO lo reveló ayer, guardias del Inpec confirmaran que violó el beneficio de casa por cárcel.
'Ya hay una noticia criminal abierta de manera oficial, a él hay que recapturarlo', informó un investigador de la Fiscalía que integra el grupo judicial a cargo del caso.
La indagación se inició a las 5 p.m. del 28 de julio, con el código 2015-00372, y fue asignada a un despacho de la Estructura de Apoyo (Eda). Toro estaba detenido desde diciembre en la Cárcel Distrital de El Bosque por un robo en el Club Italiano.
En carta a Rusbel Martínez Velilla, director de la Distrital, el abogado Rafael Jiménez Vargas informó en abril anterior que el Juzgado 4o. penal del circuito había absuelto a su defendido en un proceso por hurto y, además, ordenado su libertad inmediata.
Jiménez pidió, no obstante, que Toro fuera llevado a una casa en el barrio Villa San Pedro, en la localidad metropolitana. Lo anterior, porque un juez de Santa Marta le dictó en septiembre del año pasado detención domiciliaria, por otro hurto cometido.
Toro Pote, quien ha aceptado su participación en robos, salió a gozar del beneficio a pesar de que tenía otra orden de detención en cárcel por el asalto al Club Italiano.
PENAL Y DISCIPLINARIA. Además de la indagación penal, la Fiscalía compulsará copias a la Procuraduría para investigue a los funcionarios involucrados en la cadena de decisiones que facilitó la fuga del asaltante.
En especial, porque la decisión absolutoria fue proferida en diciembre del año pasado y el abogado Jiménez solo presentó en abril la solicitud de libertad. También resulta irregular que el Inpec no se percatara de la medida de aseguramiento vigente.
Pablo Bustos Sánchez, presidente de la Red de Veedurías, aseguró que la denuncia de EL HERALDO devela una práctica negligente que raya en lo fraudulento. 'En especial de un abogado que se valió de un ardid en caña para la justicia, hay unas faltas disciplinarias y penales que merecen ser sancionadas'.
Bustos advierte que los involucrados en el beneficio a Toro, con nueve anotaciones penales a cuestas, 'encubren y patrocinan el delito', al dejarlo fuera de prisión.
'Está más amparado el delincuente que el ciudadano que denuncia; la cadena de impunidad de beneficios, prebendas y favores sigue abierta y a disposición de los peores personajes del país', lamentó.
Heiner Valle Suárez, director nacional de abogados jóvenes del Colegio Colombiano de Juristas, estima que el caso es una paradoja. 'Hay un delito menor versus la calidad de un personaje como este, que cumple con lo dispuesto por el código de procedimiento penal para considerarse un peligro para la sociedad, por su continuidad en la actividad delictiva'.