Una llamada o la visita de un supuesto encuestador que indague por información personal y laboral, puede ser el comienzo de una extorsión. 'Para los delincuentes, reunir información es lo más fácil', asegura el mayor Óscar Caballero Gallego, comandante del Gaula Militar Caribe.
Las autoridades de Barranquilla consideran la extorsión uno de los principales causantes de violencia, no obstante que las estadísticas indican que el delito se redujo un 21% en los últimos tres meses del año pasado, y en el presente sigue a la baja.
Por eso, la Policía lanzó en marzo la campaña ‘Yo no pago, yo denuncio’ y el Gaula Militar retornó hace 13 meses a esta capital. Decisiones que han incidido en que al menos 115 presuntos extorsionistas hayan sido capturados hasta ayer, más de la mitad que para el mismo periodo de 2014.
Las investigaciones lideradas por la Fiscalía han dejado al descubierto las estrategias o modalidades de los extorsionistas para exigir dinero a sus víctimas. Las más comunes son la siciliana o presencial, la carcelaria, los cobros en cuantías menores y hasta chantajes por medio de falsas capturas de familiares.
Siciliana o presencial
Se denomina así porque tiene sus orígenes en la década de 1950 en la isla de Sicilia, sur de Italia, con el surgimiento de los clanes mafiosos. Los delincuentes realizan la exigencia económica en persona. 'Frente a frente', anota el mayor Caballero. El victimario, por lo general, se presenta en el negocio de su víctima y finge ser un vendedor informal o un empleado externo, para no levantar sospechas. Las investigaciones indican que en el Atlántico esta modalidad se viene cometiendo con mayor frecuencia desde 1998, tras la llegada de los primeros grupos paramilitares al departamento, aunque antes lo hacían células guerrilleras que delinquían en esta zona del país. Un investigador de la Policía indicó que 'ya no es tan usual como antes, porque los delincuentes ahora prefieren cobrar a sus víctimas a través de llamadas o mensajes de celular; incluso, por correo electrónico, gracias a que muchas personas divulgan en sus perfiles en las redes sociales los nombres de familiares, la dirección de residencia, trabajo o estudio, y eso muchas veces llega a manos de delincuentes'.
El familiar capturado
El chantaje del familiar capturado es cometido, en especial, por la delincuencia común. Las víctimas tienden a desesperarse y se convierten en presa fácil para el delincuente, que aprovecha la angustia para convencerlo de pagar. En una grabación en poder de la Fiscalía, un extorsionista se le presenta a una mujer como un sargento de la Policía de Tránsito y Transporte, para informarle que un sobrino ha sido detenido por el delito de fabricación, tráfico y porte ilegal de armas de fuego. En un momento de la conversación, el supuesto pariente pasa al teléfono y le pide ayuda:
–Tía, por favor, ayúdeme que me tienen detenido; tía, por favor, ayúdeme.
– Vea, señora, es que estamos haciendo un puesto de control de carreteras. Habla con el sargento Diego Pérez, (...) en un registro que le hicimos a un vehículo, su sobrino venía con unas armas. Entonces, diga si está dispuesta a colaborar con nosotros, necesitamos $5 millones, de lo contrario nos tocará dejar detenido a su sobrino.
Desde las cárceles
Las extorsiones carcelarias tienen como cerebro a una persona detenida. En Barranquilla, los cotejos hechos en distintas pesquisas de los Gaula de la Policía y Militar han detectado llamadas desde las cárceles Modelo y Distrital de El Bosque, la Penitenciaría de El Bosque y el centro de rehabilitación femenino El Buen Pastor.
'Se han verificado varias y todos dan de las cárceles; llaman más de la Penitenciaría de El Bosque porque hay están los condenados', explica el mayor Caballero. Para los cobros económicos es habitual que a la víctima se le exija que pague a través de encomiendas o giros de dinero que son reclamados en otras zonas del país. Por lo general, los victimarios aseguran que hacen parte de alguna banda del crimen organizado como Rastrojos, Costeños, Paisas, Urabeños o Clan Úsuga, Águilas Negras o Autodefensas Gaitanistas.
Chantaje sexual en redes y celulares
Esta modalidad se refleja en la investigación por la que policías capturaron en enero a Álvaro Arrieta Castro, estudiante universitario señalado por dos adolescentes de exigirles que tuvieran relaciones sexuales para no divulgar fotos íntimas suyas. En la mayoría de casos, las víctimas de esta clase de extorsión son mujeres. Las pesquisas contra Arrieta establecieron que creaba perfiles falsos de jovencitas en Facebook, invitaba a sus víctimas a video llamadas y después, con cuentas falsas de hombres, las amenazaba con 'subir mis fotos a su página social y enviárselas a mis padres, amigos e imprimirlas para ponerlas en mi colegio', declaró una de las víctimas. Las autoridades recomiendan a los padres de familia realizar controles del comportamiento y de los contactos de sus hijos en las redes sociales.
Menores cuantías: fachadas de casas, seguridad comunitaria o personal
Extorsión diaria o semanal. Para su comisión, los delincuentes califican a las víctimas, de acuerdo a actividades económicas o laborales y la capacidad económica que esta les genere. 'Hacen una estratificación en la que definen un monto a cobrar; para ello se valen de planes fachadas como el cobro de rifas, seguridad informal, protección personal, aparentan ser vendedores puerta a puerta o cobradiarios', dijo Caballero. El Gaula Militar ha detectado que la mayoría de casos en el Atlántico se registra en los mercados públicos de Barranquilla y Soledad, donde comerciantes pagan $3 mil por día o $10 mil por semana. 'Si un comerciante paga a diario $3 mil y son 300 víctimas, los extorsionistas recogen $900 mil diarios y $27 millones al mes', detalló el oficial. En investigaciones contra la banda criminal ‘los Costeños’, la Fiscalía evidenció que sus miembros ‘vigilaban’ armados diferentes sectores de barrios en el suroriente de Barranquilla, como La Luz, donde cobraban $1.000 semanales en cada casa por ‘servicio de seguridad’.
Plan de ahorro o el premio mayor
Modalidad similar a la del familiar capturado, en la que el delincuente convence a la víctima de haberse ganado un plan de ahorro o un premio millonario. Es común que el extorsionista pida una recarga a un número celular, como requisito para reclamar el premio, como lo muestra una grabación obtenida por la Fiscalía:
– Víctima: Me llegó un mensaje, que me comunicara a este número porque había ganado 15 millones de pesos.
– Extorsionista: Efectivamente, usted ha sido uno de los ganadores. Para comenzar, regáleme el nombre y número celular de dos de sus familiares que quieran ser beneficiados en el próximo sorteo. Para hacer efectivo el premio, tiene que hacer una recarga de 500 mil pesos al número en el cual recibió el mensaje de texto.
El ‘rescate’ de vehículos robados
La Policía capturó en enero y febrero a 19 presuntos miembros de dos bandas dedicadas al hurto de motocicletas y exigencia de dinero a sus dueños por ‘el rescate’ del vehículo, entre $1 millón y $3 millones. 'Después del robo del vehículo, la víctima es contactada por teléfono para imponérsele el pago de sumas de dinero, con el objeto de devolverle el vehículo', indicó un investigador de la Policía. Y agregó que se han conocido casos de afectados que no recuperaron su vehículo, pese a que entregaron la plata que se les pidió.
Audios de casos de extorsiones
Llamada falso sobrino