El patrullero Werlin Wilmar Escobar Carmona plasmó en una carta el 'atropello' que siente por haber hecho parte del grupo de uniformados que, en 2012, le pidió al entonces senador Eduardo Merlano Morales hacerse una prueba de alcoholemia.
'He decidido que lo mejor para mí y para mi salud es retirarme de esta institución, que me atropella y señaliza (sic) de forma inapropiada por el solo motivo de haber cumplido con el deber consagrado en la Constitución y las normas', manifiesta.
La misiva fue enviada el 21 de febrero último al director de la Policía Nacional, general Rodolfo Palomino López. Escobar la firma como radio operador del Centro Automático de Despacho (CAD) de la Policía del Atlántico (Deata), y fue recibida el 24 de febrero en la sede central de la institución, en Bogotá.
La comunicación se conoce por decisión de Escobar, quien hace tres semanas denunció por segunda vez ante la Procuraduría que se considera víctima de acoso. Y Héctor Niño, que lo acompañaba en el operativo, permanece desde el 20 de febrero en una clínica psiquiátrica en Barranquilla con 'ideas delirantes', según los médicos.
TRASLADADO
El agente comienza la petición con el contexto del caso: el 13 de mayo de 2012, a las 2:00 a.m. fue detenida la camioneta –placas KFK 354– conducida por Merlano, en el puesto de control de alcoholemia ubicado en la calle 72 con carrera 56.
En el retén, el congresista les respondió que no tenía licencia de conducción. 'Se le dice que se realizará la prueba, este se niega expresando que no lo respetaban y nosotros no éramos nadie para detenerlo, que no sabíamos lo que íbamos a hacer ya que nuestras vidas corrían peligro; se retira y deja abandonado su vehículo y sus acompañantes', recordó.
El funcionario le indica a Palomino que se refiere 'a todos estos hechos porque desde ese momento' se afectó su estabilidad laboral, salud física y mental. 'Por cumplir con lo encomendado por la Constitución y sus leyes'.
Y continúa con que la primera consecuencia de 'este suceso' fue su traslado del grupo de Tránsito de la Policía Metropolitana a la unidad de Carreteras de la Deata. 'Sin quejarme, pensé en mi poco conocimiento por mi tiempo de servicio que esto tal vez sería lo mejor para mí, aun cuando no era justo'.
MALTRATO
Escobar señala al capitán Mauricio Gómez Velandia como el superior que lo ha sometido a malos tratos. 'No soporto más el maltrato por el cual he venido sometido, (...) desde el mismo momento en que ingresé a su unidad (el CAD) ha hecho hasta lo imparable para que yo tomara esta decisión'.
Para el policía, también lo han perjudicado al mantenerlo durante más de dos años como radio operador, con el argumento de que la orden de la Dirección General es 'no mover' a los funcionarios en este cargo. 'Encontré la explicación del porqué: mi capitán no me quería en las rutas, imagino que por todas las irregularidades que se están dando, tendrá miedo que me coloquen inteligencia y, por ende, quede descubierto todo lo que ocurre'.
La jefatura de la Regional 8 de la Policía anunció ayer la apertura de una investigación interna contra Gómez por el presunto matoneo.
Anuncia apoyo
El comandante de la Regional 8 de la Policía, general Carlos Enrique Rodríguez, declaró a medios nacionales que se 'apoyará' a los patrulleros. 'Son ejemplo de rectitud, moralidad y ética, ellos tienen nuestro respaldo y apoyo'. EL HERALDO solicitó ayer, como lo hizo el jueves, una entrevista con un vocero de la Policía del Atlántico, pero no fue posible obtener una respuesta hasta el cierre de esta edición.