El pasado jueves 30 de mayo en la madrugada, fue hallado muerto un joven dentro de un vehículo en Criciúma, sur de Santa Catarina, Brasil.
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La víctima fue identificada como Eduardo Bardini da Silva, de 23 años, quien estudiaba Nutrición y había salido de un gimnasio tras entrenar.
El medio ‘CNN Brasil’ informó que la Policía Civil sostuvo que la muerte fue descubierta cinco horas después.
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Testigos indicaron que había interrumpido su sesión de ejercicios debido a un malestar, abandonando el gimnasio alrededor de las 07:00 p.m. del miércoles 29.
Por eso, las autoridades manejan como principal hipótesis, que Eduardo sufrió muerte súbita.
Las cámaras de seguridad captaron a Eduardo subiendo a su carro en el estacionamiento del gimnasio, ubicado en la zona central de la ciudad.
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Sin embargo, la Policía Militar fue alertada cuando varias personas notaron que el joven tenía la cabeza caída sobre el volante. En ese momento, los Bomberos llegaron pasada la medianoche y al abrir el carro, descubrieron que Eduardo no tenía signos vitales y no presentaba lesiones visibles.
Luego, los investigadores concluyeron que se trató de una muerte natural, causada por tromboembolismo pulmonar y enfermedad cardíaca dilatada, condiciones que provocan insuficiencia cardíaca.
Un amigo cercano de Bardini, identificado como Gabriel Perini, le comentó a medio ‘g1’ que Eduardo vivía en São Ludgero, una localidad de 13,500 habitantes, y planeaba mudarse a Criciúma, la ciudad más grande de la región, para facilitar su asistencia a la universidad.
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“Él tenía muchos planes ahora. Ya estaba ejecutando uno de ellos, que era empezar a estudiar nutrición. Iba a empezar otra etapa. Estaba todo listo para que se mudara solo, pero lamentablemente esto pasó”, explicó.
Perini recordó a Eduardo como “una persona sensacional, sencilla, muy enfocada, decidida a lograr sus objetivos. Una persona sobresaliente, de corazón abierto, capaz de crear una conexión con cualquiera”.
