El Reino Unido amanece coronando a un nuevo rey y 70 años tuvieron que pasar para que un evento como este se volviera a repetir, pero esta vez sin la ostentosidad que en siglos pasados representó la llegada al trono de un nuevo monarca, por cuenta del compromiso con la sostenibilidad del que presume Carlos III.
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Y es que el nuevo rey se ha abanderado del cuidado del medio ambiente, un signo de la resignificación que hoy en día se le da a la figura de la realeza, y un importante viso de lo que será su reinado. ¿Tal vez la clave para sostener la unidad en el trono?
Algunos señalan que es un buen presagio, pues la corona que ahora Carlos lleva en su cabeza tiene un pesado legado que será difícil de superar, pues su madre no solo atravesó los momentos más difíciles de una monarquía consolidada en los turbulentos tiempos de la posguerra y del fin del imperio, sino que acompañó la transición de una nación que poco a poco fue perdiendo su poderío, pero cuya monarca mantuvo unida a punta de diplomacia, pues los miembros de la Commonwealth la vieron nacer y envejecer siempre con entereza y proyectando serenidad pese a las vicisitudes.
Su hijo no la tendrá tan 'fácil', por lo que el mismo Carlos ha hecho en los últimos años esfuerzos por acercarse al ciudadano y modernizar así una institución que siempre se ha distinguido por mantener las distancias.
Es por ello que el primer ministro británico, Rishi Sunak, destacó que la coronación es una 'viva demostración del carácter moderno' de su país, así como 'un apreciado ritual con el que nace una nueva era'.
El primer ministro llamó la atención sobre el carácter multiconfesional del acto, pese a celebrarse en una iglesia cristiana, ya que representantes de diferentes religiones desempeñaron por primera vez un 'papel central'.
No en vano 2.200 invitados lo acompañan este año (casi 6 mil menos que los que acompañaron a su madre), así como 2,6 millones de turistas que todavía sienten la 'magia de la coronación' pese a que como soberano Carlos se ha mostrado más discreto, aunque no han faltado las filtraciones desde su entorno que reflejan su disgusto con las políticas migratorias del Gobierno conservador o con la forma en que el Brexit se llevó a cabo.