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Una fila interminable de fieles atravesó este lunes la basílica de San Pedro para despedir al papa emérito Benedicto XVI, ante su cuerpo en medio de un silencio reverencial y el ritmo sin pausa de una antigua letanía.

Los restos de Ratzinger, fallecido el sábado con 95 años, serán expuestos hasta el miércoles sobre un monumento de tela dorada a los pies del Altar de la Confesión y del baldaquino de Bernini, sobre el lugar en el que según la tradición fue sepultado San Pedro.