Familiares y personas cercanas a las más de 30 víctimas mortales, entre ellas 22 niños, por un tiroteo masivo este jueves en una guardería en el noreste de Tailandia sucumbieron a la desesperación al recibir la noticia de la matanza, al tiempo que las autoridades buscan averiguar las causas de la tragedia.
Un expolicía de 34 años abrió fuego en el interior de una escuela infantil y mató con un rifle y un cuchillo a 34 personas, entre ellas 22 niños y una profesora que estaba embarazada, en un violento ataque que dejó además 15 heridos, ocho de ellos en estado grave, según las últimas cifras divulgadas por las autoridades.
El noticia del ataque se expandió rápidamente por todo el país y, según se aprecia en imágenes y vídeos que circulan en las redes sociales, desataron una ola de llanto y angustia entre los 80.000 habitantes de Uthai Sawan, una localidad rural tailandesa.
Decenas de familiares de las víctimas se dirigieron a la guardería, cuyos alrededores fueron acordonados por la policía, en búsqueda de información sobre los sucesos e identidades de las víctimas, que aún no fueron divulgadas.