Este lunes, el juicio que se adelanta contra Cristina Fernández, vicepresidenta de Argentina, por presunta corrupción durante su periodo entre 2007 y 2015, entró en una de las fases finales que corresponde a los alegatos de las defensas, en el marco de un escenario lleno de tensiones políticas que vive el país.
El tramo judicial que se está adelantando se da en un contexto de rigidez en Argentina entre el oficialismo y la oposición, que ha crecido desde que el pasado 22 de agosto el fiscal que interviene en el proceso oral solicitara una pena de 12 años de cárcel para la exmandataria.
En el caso se juzgan las presuntas irregularidades en la concesión de 51 obras públicas a firmas del empresario Lázaro Báez durante los Gobiernos del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández en la austral provincia de Santa Cruz, cuna política del kirchnerismo.