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El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, apeló este jueves a un diálogo 'sincero y sin doble agenda', al instalar una mesa de negociaciones para buscar una solución a la crisis del país, a la que no asistieron los gremios que impulsan desde hace más de una semana protestas y huelgas para exigir una bajada en el costo de la vida y otras reivindicaciones. Durante el acto, un grupo de manifestantes se congregó a las afueras.

'No tengo duda que con el diálogo sincero, sin doble agenda, podemos seguir avanzando, corrigiendo lo que hay que corregir', declaró Cortizo en el acto de apertura del diálogo, que tiene como mediador al arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa.