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La ciudad ucraniana de Mariúpol, cuya toma por el Ejército ruso fue anunciada ayer tras varias semanas de brutal asedio, estaba marcada en rojo por los generales rusos en sus planes de conquista del Donbás desde antes del inicio de la actual campaña militar en Ucrania por su importancia estratégica.

'Las Fuerzas Armadas de Rusia y las milicias populares de la República Popular de Donetsk han liberado Mariúpol', anunció ayer el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, al reunirse con el jefe del Kremlin, Vladímir Putin.

Con casi medio millón de habitantes, el principal puerto en el mar de Azov ya se convirtió en 2014 en símbolo de la resistencia al avance prorruso, carácter irreductible que ha vuelto a demostrar en los dos últimos meses.

Sólo el martilleo constante e indiscriminado de la artillería y aviación rusas, que ha destruido casi la totalidad de su paisaje urbano, ha hecho que la ciudad inclinara la rodilla.