Un nuevo bombardeo ruso en Járkov, ciudad ucraniana a escasos kilómetros de Rusia, ha dejado en la tarde del martes al menos 10 muertos y 35 heridos, mientras una columna de más de 60 kilómetros formada de tanques rusos permanece en las inmediaciones de Kiev con el aparente objetivo de rodear la capital.
El objetivo del ataque en Járkov fue la sede de la administración regional, denunció hoy el asesor del Ministerio del Interior, Anton Geraschenko.
'Una tercera parte del edificio ha quedado destruida', escribió en Telegram.
El bombardeo, agregó, ha dejado 10 muertos y 35 heridos, aunque esta información será actualizada una vez que los rescatistas retiren los escombros.