El primer ministro de Israel, Naftali Benet, apuntó hoy el 'comienzo de una estabilización' de la quinta ola de coronavirus provocada por la variante ómicron, aunque advirtió de que los casos graves, que hoy superaron el millar, todavía son altos.
'Estamos lidiando con un hacinamiento en los hospitales y un número aún elevado de infectados', indicó Benet sobre el aumento de las hospitalizaciones, las más altas en alrededor de un año, y que no esperan que remitan hasta finales de semana.
Sanidad registró en las últimas 24 horas más de 53.000 casos, pero a su vez un descenso en el ratio de reproducción -que representa el número promedio de personas que infecta cada portador- por debajo de 1, lo que apunta a una disminución de la propagación del virus.