El Gobierno italiano, por ejemplo, decidió este jueves recuperar el uso obligatorio de la mascarilla en espacios abiertos y cerrar las discotecas para tratar de contener la nueva oleada de la pandemia.
El primer ministro, Mario Draghi, esperó hasta el último momento para tomar una decisión pero, como los datos no dejan lugar a dudas, este jueves convocó a sus asesores científicos para pensar medidas contra la pandemia y luego al Consejo de Ministros para aprobarlas.
El resultado fue el bautizado como Decreto Festividad, una serie de restricciones y disposiciones para cortar la circulación del virus en situaciones de ocio o asueto, conscientes de que la Navidad, sus reuniones y comilonas, no ayudarán en esta batalla.
El repunte de casos por cuenta de la expansión de ómicron ha llevado a que diferentes países impongan medidas de las que habían desistido hace algunos meses.