Una mujer de 54 años que fue detenida en Jacksonville (noreste de Florida, EE. UU.) por envenenar la limonada que bebía su novio, quien no falleció, dijo a la Policía que lo hizo porque este no paraba de hablar y ya no lo soportaba más, según informaron este jueves medios locales.
Los hechos se produjeron la semana pasada, cuando, tras una llamada de emergencia, agentes de la oficina del alguacil de Jacksonville se personaron en el domicilio de la pareja.
A medida que los agentes se aproximaban a la casa, Alvis Parrish les gritó desde el porche que había envenenado a su novio porque no dejaba de hablar.