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Las autoridades y la población estadounidenses se agarran todavía a que se produzca un 'milagro' y los equipos de rescate encuentren con vida a alguna de las cerca de 70 personas que se teme estén bajo los escombros de la fábrica de velas de Mayfield (Kentucky) destrozada por un tornado en la noche del viernes.

Cerca de 40 horas después de que el edificio colapsara al paso de un tornado de categoría F3 en la escala de Fujita, con un máximo de 5 y que clasifica estos fenómenos por la destrucción que dejan a su paso, autoridades estatales, locales y federales confían en el éxito de las todavía 'tareas de rescate'.

Y todo a pesar de que desde el sábado no se ha localizado con vida a ninguna de las 110 personas que trabaja en el turno de noche en esta fábrica de velas situada a las afueras de la pequeña localidad de Mayfield, con cerca de 10.000 habitantes.

Cuarenta personas pudieron salir con vida, pero todavía se desconoce lo que ocurrió con buena parte de los demás, aunque el gobernador de Kentucky, Andy Beshear, aseguró este domingo en conferencia de prensa que lo único que han recuperado en las últimas horas son 'múltiples cuerpos'.